París, 25 ago (Prensa Latina) Todo está listo hoy en la Ciudad de la Luz para el inicio de los Juegos Paralímpicos París 2024, que comenzarán el venidero 28 de agosto y durarán hasta el 8 de septiembre.
«Volveréis a casa bajo arcos», sentenció Napoleón Bonaparte a sus soldados después de la victoria en la batalla de Austerlitz y nunca imaginó que el Arco de Triunfo, construido para conmemorar la epopeya, sería hoy testigo de una de las citas deportivas más inclusivas de la historia.
No pudo predecir el estratega militar que el monumento sobre la plaza que hoy lleva el nombre de Charles de Gaulle en la avenida de los Campos Elíseos exhibiría algún día los agitos de esta cita, donde estarán representados 185 países.
Los símbolos de estos juegos, después de brillar en el Tower Bridge en Londres, en la playa de Copacabana y en la bahía de Tokio, vuelven a ubicarse en un lugar emblemático, que además alberga la tumba al soldado desconocido con su llama eterna.
Allí, a solo un par de kilómetros, en la Plaza de la Concordia, se realizará la ceremonia de apertura de unos juegos donde se disputarán batallas fraternales y participarán unos cuatro mil 400 paratletas que demostrarán una vez más que la voluntad y el sacrificio son las claves para acceder al Olimpo del deporte y de la vida misma.
Solo tres días faltan para que esos hombres y mujeres con historias increíbles de superación le vuelvan a dar una lección al mundo, les ericen la piel a todos los mortales y les roben lágrimas y aplausos.
La llama olímpica, que se encendió la víspera en Inglaterra donde nació esta idea, atravesó el Eurotúnel rumbo a la capital francesa y recorrerá las calles iluminando los escenarios donde se firmarán momentos memorables.
Los Juegos Paralímpicos no son solo un evento deportivo, es una oportunidad para concientizar sobre la atención a los discapacitados, para inspirar a las personas a derribar barreras y generar cambios a favor de la sociedad.
Ayudan a entender la relación entre la manera en que las personas funcionan y cómo participan en la sociedad y buscan reconocer y ponderar los valores humanos más allá de las etnias, géneros, orientaciones sexuales, creencias religiosas o políticas, nacionalidades y discapacidades físicas o mentales.