Ciudad de Panamá, 1 sep (Prensa Latina) Autoridades panameñas ubicaron un campamento clandestino en la ruta de migrantes irregulares en el sector Dos Bocas, en la selva de Darién, trascendió hoy.
De acuerdo con un comunicado del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), el hallazgo es resultado de la Operación Arcángel Miguel y se trata de un centro receptor de los viajeros ilegales hacia Estados Unidos que son guiados por coyotes desde de las costas del Caribe.
El director de Senafront, Jorge Gobea, explicó a la prensa que esa trocha a orillas de un río en una comunidad de la comarca originaria Emberá,está negada para los indocumentados y sólo está autorizado el corredor migratorio humanitario que conecta Cañas Blancas con Bajo Chiquito.
Para Gobea, tras el tránsito de los caminantes lo que viene es devastación y contaminación de las aguas. Sostuvo que las comunidades han salido de sus actividades regulares para ejercer un de tipo «comercio» que implica atención a migrantes, pero en la actualidad este tipo de actividad es ilegal.
En el lugar intervinieron locales improvisados con productos como ropa, alimentos secos, calzados, artículos de limpieza personal, entre otros enseres.
Durante la operación, decomisaron siete antenas satelitales Starlink, tecnología que se presume era utilizada para facilitar actividades ilícitas en la zona.
El ente policial apuntó además que este campamento, como otra decena de ellos hallados en diversos operativos, es producto de la explotación de las economías ilícitas circulares que lucran del sufrimiento y desesperación de los migrantes.
Añade que en estos sitios proliferan actividades delincuenciales relacionadas como prostitución, venta de drogas y extorsión, las que son promovidas y en vinculación con grupos criminales como el Clan del Golfo, de Colombia.
Desde el pasado 3 de julio el nuevo Ejecutivo implementó medidas como el cierre de cinco trochas no autorizadas para canalizar el flujo a través de un corredor único, el incremento del patrullaje marítimo y operaciones aéreas de repatriación, deportación o expulsión, según el caso, de los migrantes irregulares, luego de la firma de un memorando con Estados Unidos.
Estadísticas oficiales del Servicio Nacional de Migración señalan que en 2023 más de 520 mil personas cruzaron la jungla, de ellas un 20 por ciento menores de edad.
Este año, al menos 236 mil indocumentados realizaron esa travesía, en su mayoría venezolanos, colombianos, ecuatorianos, haitianos y chinos, entre otras nacionalidades.
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