Quito, 18 sep (Prensa Latina) El mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, viajará este viernes a Estados Unidos, en medio de las múltiples crisis que azotan a este país andino, según anunció hoy la Presidencia aquí.
De acuerdo con un comunicado del Ejecutivo, Noboa participará en la sesión 79 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Junto al gobernante estarán la canciller, Gabriela Sommerfeld; la secretaria general de la Administración Pública y Gabinete, Cynthia Gellibert; la ministra de Producción, Sonsoles García; así como otros miembros de su gabinete.
La nueva salida del país de Noboa se produce en medio de la crisis energética que afecta a esta nación sudamericana.
Los ciudadanos aquí han expresado preocupación porque los cortes de energía están programados para el horario nocturno, propicio para los hechos delictivos aquí.
De igual manera, el viaje del presidente ecuatoriano hacia Estados Unidos acontecerá tras los anuncios del gobernante de reformar la Constitución para facilitar el retorno de las bases militares extranjeras al país andino.
Este lunes, Noboa envió a la Corte Constitucional (CC) su propuesta de reforma parcial a la Constitución para permitir el retorno de bases militares extranjeras al territorio nacional.
El documento, que debía ser calificado por el Consejo de Administración Legislativa y analizado en la Comisión de Seguridad del Parlamento, fue remitido directamente a la CC.
Con su propuesta, Noboa intentará cambiar el artículo 5 de la Carta Magna que impide la instalación de bases militares extranjeras, como la que ocupó Estados Unidos en Manta, en la provincia de Manabí, por una década.
El 1 de abril de 1999, Ecuador y Estados Unidos firmaron un ‘compromiso interinoâ€Ö para facilitar el acceso y uso de las instalaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana en Manta para controlar el tráfico de droga.
Durante la administración del expresidente Rafael Correa (2007-2017), el acuerdo entre ambos países culminó con la salida de la base estadounidense de Manta en 2009.
Este hecho marcó un hito en la postura ecuatoriana frente a la influencia militar extranjera, alineándose con una tendencia de mayor independencia en la región.
La prohibición ha sido vista como un rechazo al control o influencia de potencias extranjeras en asuntos de defensa, buscando evitar situaciones de dependencia o subordinación.
El anuncio de Noboa se produce en medio del ajetreo electoral y un alza de la violencia en esta nación sudamericana pese a la presencia de militares en las calles, reiterados estados de excepción y el reclamo de los ciudadanos por la falta de acciones del Ejecutivo para detener la inseguridad.