La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, pidió licencia como militante de Morena durante el Séptimo Congreso Extraordinario del partido. “Seré presidenta y debo gobernar para todos”, dijo.
Ante la nueva dirigencia de Morena, que será encabezada por Luisa María Alcalde, la mandataria electa ofreció un decálogo de recomendaciones. Destacó la importancia de mantener el valor de la unidad del partido.
No apostemos nunca a la división interna, jamás, todos y todas tenemos algo que aportar, recordamos como dice el presidente, la política es principios, pero también es eficacia”, dijo ante los partidarios de Morena en el World Trade Center.
El decálogo
Claudia Sheinbaum ofreció un decálogo. Como primer punto destacó la unidad de partido y expuso que exageraba al señalar que era parte del “movimiento social y político más fuerte de todo el mundo”, donde cada uno de los militantes tiene “un pensamiento claro y principios sólidos”.
Como segundo punto, pidió a los militantes de Morena el “comportarse con honestidad y sencillez”. Recordó que la “parafernalia del poder es del pasado de corrupción y de privilegios”. Por lo que Sheinbaum pidió a “no caer nunca en la frivolidad, en el consumismo y en la ambición por el poder y el dinero”.
En un tercer punto instó a los morenistas a “nunca permitir el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo”.
En cuarto lugar, a “no ser un partido de Estado”. Recordó que la “fuerza del partido es la organización desde abajo”.
Movilidad social
Como quinto punto, solicitó “mantener fuerte y sólido al instituto de formación política”. En sexto, que la fuerza política se mantenga como un partido de movimiento” social.
En b, que las encuestas sigan siendo para elegir a candidatos y candidatas. En octavo, que los gobiernos emanados de Morena sean “austeros, honestos y con cercanía con el pueblo”.
No puede haber colusión con la delincuencia ni organizada ni con la de cuello blanco”, fue el noveno punto.
El décimo se centra en la lucha “contra la discriminación, el racismo, el clasicismo, el machismo”.