Naciones Unidas, 24 sep (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprovechó su último discurso ante la Asamblea General de la ONU para reafirmar el apoyo militar de Washington a Israel y Ucrania, aunque reconoció la necesidad de una desescalada de los conflictos.
Biden defendió la agresión de Tel Aviv contra los civiles de la Franja de Gaza, al mismo tiempo de pedir el fin a las tensiones en Oriente Medio y de la guerra civil en Sudán porque representan un alza del hambre, la brutalidad, el terrorismo y la crisis climática.
Su discurso ante la apertura del 79 período de sesiones del organismo mundial incluyó llamados a unir fuerzas en rechazo a la coerción política y militar, la inquietud por la inteligencia artificial y el potencial para ser usada para la represión.
Habló de la creciente cooperación con Vietnam y de su decisión de echarse a un lado y dar paso a la postulación de Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre próximo, al referirse a la importancia de la democracia.
Anunció la entrega de ayuda estadounidense por 500 millones de dólares y un millon de dosis de vacunas para el enfrentamiento a la pandemia de mpox en África, tras urgir a otros gobiernos a comprometerse con asignar más financiamiento para la población vulnerable de aquel continente.
Biden comentó sobre los roces con China, la determinación de Estados Unidos de manejar la competencia de forma responsable para evitar un conflicto mayor y de continuar la cooperación en terrenos como el narcotráfico.
No obstante, desafió a Beijing al revalidar el respaldo a Taiwán y la protección «de las tecnologías más avanzadas para que no puedan usarse contra nosotros o alguno de nuestros socios».
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