Lima, 17 oct (Prensa Latina) El jurista peruano Víctor García Toma calificó hoy como «cadáver insepulto» al ministro del Interior, Juan José Santiváñez, porque, según dijo, anunció en falso la captura de un importante integrante de los remanentes de un grupo armado,
El duro comentario forma parte de las críticas que zarandean a Santiváñez, por anunciar como un gran logro antiterrorista la detención, en un control de identidad en las calles, de Iván Quispe Palomino quien, según múltiples desmentidos de muy diversas fuentes, solo es un exalzado sin mayor relieve.
Pese a ello, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, y varios ministros, cerraron filas en la versión de que el arresto es un importante logro y demostración de lo atinado de la criticada declaración del estado de emergencia en 14 distritos de Lima, contra el desborde de la delincuencia organizada.
Según García Toma, Santiváñez no puede seguir en el cargo por tratar de sorprender al país con una noticia falsa, para desviar la atención del público, lo cual, añadió, evidencia su falta de competencia e idoneidad.
Añadió que su retiro del cargo puede ser mañana o la próxima semana, pero «ya es un muerto insepulto» en el gabinete ministerial, aunque las bancadas mayoritarias del Parlamento no piden su renuncia ni plantean su censura para obligarlo a dimitir. El analista Jaime Antezana, dijo que Iván Quispe abandonó el grupo armado -cuando era adolescente, según su abogado, Marco Huamaní- y se convirtió en colaborador de las autoridades, lo cual cuestiona la versión oficial de que había órdenes de capturarlo. La detención de Quispe, dijo, «es un psicosocial (maniobra distractiva) del Gobierno» y una maniobra grosera.
El comentarista Nicolás Lúcar comentó que el falso anuncio muestra la desesperación del Gobierno por mostrar éxitos y aparentar que todo está muy bien en el país.
Para la legisladora Ruth Luque, el caso Quispe «confirmariÌüa que nos encontramos no solo ante un ministro del Interior incapaz e inepto sino mentiroso, que se aprovecha de la inseguridad».
El periodista Carlos Cornejo manifestó que «La estrategia de resucitar al enemigo vencido en los años 90, cuyo comite central renunció a la lucha armada en prisión, es un asco».
El comentarista Jeffrey Radzinsky anoto que el Gobierno debería aclarar que lo del supuesto terrorista no es tal. «Sigue la competencia entre Ejecutivo y Legislativo por quién hace más el ridículo y aumenta el repudio ciudadano», añadió.