El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, aseguró hoy que es fundamental fomentar en la región de Norteamérica un crecimiento inclusivo, sostenible y compartido que promueva oportunidades para todos y, en especial, para las comunidades y regiones marginadas.
Al inaugurar el encuentro Global Investors Symposium, organizado por el Milken Institute, hizo un llamado a seguir tendiendo puentes entre los países que integran el TMEC para garantizar que los beneficios de estos cambios globales sean compartidos y sostenibles.
Ante inversionistas internacionales y líderes empresariales, el canciller de la Fuente habló de las oportunidades de crecimiento económico en México y en la región, basadas en la inclusión, el fortalecimiento y la colaboración entre países, aprovechando la posición geopolítica, el nearshoring y las nuevas tecnologías.
“Para México, el contexto geopolítico y económico actual es una oportunidad para fortalecer sus bases económicas, atraer inversión extranjera directa y crear nuevos empleos en sectores como manufactura, tecnología y servicios”, precisó.
“México está comprometido con la innovación tecnológica y la conectividad económica. El ascenso de la inteligencia artificial y las plataformas digitales han abierto nuevas avenidas de crecimiento, y nuestro sector tecnológico en crecimiento, y su habilidad para integrar soluciones de vanguardia con industrias tradicionales, y aumenta su atractivo como un destino de inversión global”, aseguró.
En ese sentido, el canciller destacó que México actúa como un puente entre Norteamérica y Latinoamérica, ofreciendo un camino hacia una de las regiones más dinámicas y de más rápido crecimiento del mundo, lo que debe llevar a transformar y mejorar la calidad de vida de las personas.
En cuanto a los beneficios económicos y sociales del TMEC, el canciller destacó que en el año 2023 el comercio entre los tres países superó los 1.88 billones de dólares, muestra, dijo, de la innovación y competitividad, por lo que la revisión del tratado comercial en julio de 2026 ayudará a garantizar el ambiente de estabilidad y liderazgo en el comercio global de la región.
En dicha revisión, además de la colaboración entre las tres naciones, el sector privado jugará un papel muy importante, quizá incluso más importante que en el pasado.
“La revisión de 2026 va a ser una oportunidad crucial para profundizar la cooperación trilateral, fortalecer los lazos comerciales y fortalecer el rol de Latinoamérica en el comercio global. El liderazgo de Norteamérica, en muchos aspectos, depende de este bloque económico norteamericano y debemos actuar como socios y como un bloque para abordar los retos que, sin duda, estamos enfrentando y vamos a enfrentar”, reconoció.
El canciller retomó las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respecto a la prosperidad compartida, en este caso, entre el sector privado y público, la sociedad civil y la academia para crear una economía que funcione para todos los sectores involucrados.
“Nuestra presidenta Sheinbaum ha hecho de sus programas de política social un lema muy claro: prosperidad compartida. No hay prosperidad real si no se comparte”, precisó.
En el marco de este encuentro, el secretario de Relaciones Exteriores se reunió también con el senador Bill Cassidy y con el titular del instituto, Michael Milken.