Cali, Colombia, 2 nov (Prensa Latina) La plenaria de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), extendida hasta la madrugada de hoy, aprobó crear un órgano subsidiario que incluye el reconocimiento de los afrodescendientes en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB).
La creación del ente, impulsada por el país anfitrión del evento y Brasil, permitirá fortalecer el trabajo entre países, pueblos indígenas y comunidades locales del mundo en la definición de criterios, acciones y programas asociados a los conocimientos, innovaciones y prácticas asociadas a la biodiversidad. Asimismo, con el pleno reconocimiento del rol de los afrodescendientes en el Convenio, se reconoce a estas comunidades como fundamentales en el cuidado y la protección de la biodiversidad.
Ahora todos estos actores disfrutarán de la prerrogativa de recibir recursos para financiar sus iniciativas enfocadas en la conservación y gestión sostenible de la biodiversidad, y participar en discusiones ambientales globales, como la próxima Conferencia de las Partes (COP).
Según señaló la presidenta de la COP16 y ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, con este hecho se reivindica el valor de los saberes tradicionales de los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales y se salda una deuda histórica en el CDB que data de hace 26 años.
También el canciller de la nación sudamericana, Luis Gilberto Murillo, destacó que el suceso constituye un mensaje claro de inclusión en la COP de la Gente, que integra cultura, naturaleza y equidad.
«Reconocer a los indígenas y los afrodescendientes es hacer Paz con la Naturaleza», remarcó.
Si bien la noticia constituye un logro indiscutible para la COP16, pendientes aún están los acuerdos sobre cómo se logrará el incremento de los recursos monetarios hasta la cifra de 200 mil millones de dólares anuales que, según el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se precisan para salvar la diversidad biológica.
También queda en el limbo la cuestión del reparto de los beneficios obtenidos del uso de la información genética que hoy están fundamentalmente en manos de los países desarrollados.
Estos dos últimos ejes, los más espinosos del encuentro, al parecer seguirán siendo tema de debate en los próximos foros sobre el tema y quizás las definiciones en torno a estos no serán posibles hasta la celebración de la COP17, que se desarrollará en Armenia en 2026.
Esta COP, por primera vez desarrollada en Sudamérica, termina con un balance agridulce.
Si bien quedaron resueltos asuntos clave como el reconocimiento de los afrodescendientes en el Convenio sobre Diversidad Biológica, sigue en el limbo una conclusión a la discusión sobre el aspecto financiero, quizás el más importante de la cita.