Washington, 7 nov (Prensa Latina) El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump baraja hoy planes ambiciosos para sus primeros 100 días en el cargo, en los que promulgará cambios en materia de inmigración, energía y política exterior.
Así lo deja entrever las pistas que ha ido dejando el republicano, ganador en las elecciones presidenciales de 2024 después de una campaña tumultuosa que culminara con su sorprendente remontada política.
Trump volverá a asumir la presidencia el 20 de enero de 2025, poco más de cuatro años después de abandonar la Casa Blanca sin entregar el mando ni asistir a la ceremonia de toma de posesión de Joe Biden y tras el asalto al Capitolio federal el 6 de enero de 2021 que parecía iba a poner fin a su carrera.
Sin embargo, será el Presidente 47 y según anticipó a finales del pasado año el entonces candidato republicano no gobernará como dictador «excepto el primer día».
La frase sugiere que Trump usará la autoridad ejecutiva agresivamente para implementar cambios en la política de inmigración y la política energética en particular.
Prometió en su primer día y hasta en las primeras horas cerrar la frontera de Estados Unidos con México y lanzar la mayor operación de deportación interna en la historia nacional.
También dijo que eliminará los subsidios climáticos del presidente Biden y reanudará la exploración energética, lo que incluye ofrecer exenciones fiscales a los productores de petróleo, gas y carbón
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«Vamos a perforar, nena, perforar», dijo Trump en su mitin en el Madison Square Garden en Nueva York, donde amenazó terminar «con la ‘nueva estafa verde’ y reduciré sus precios de energía a la mitad, 50 por ciento, dentro de un año a partir del 20 de enero», destacó un artículo del diario The Hill.
El objetivo principal de Trump es desmantelar las políticas de Biden y retomar el proceso que dejó después de su primer mandato, señaló el periódico.
De acuerdo con el rotativo, durante meses, los aliados de Trump han trabajado en una serie de órdenes ejecutivas que lo ayudarían a llevar a cabo su agenda.
Incluso se habla de las posibilidad de que vuelva a imponer su orden ejecutiva Schedule F, que reclasificaría a una gran parte de los miembros del personal federal como empleados a voluntad.
Si eso ocurriera, allanaría el camino para que los funcionarios del servicio civil federal sean reemplazados por otros, incluidos partidarios políticos más interesados en llevar a cabo sus políticas.
En el Congreso, los republicanos ganaron el control del Senado y aún no se define si retendrán la Cámara de Representantes.
Lo cierto es que el balance de poder en el legislativo será también una vía para que Trump pueda implementar su agenda.
El presidente de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, comentó en octubre a los periodistas que arreglar casi todo «comienza primero con asegurar la frontera, que el pueblo estadounidense exige y merece.
Inmediatamente después de eso, pasamos directamente a la economía», apuntó.