Washington, 14 nov (Prensa Latina) Sin comenzar aún y tal parece hoy que el gobierno del Presidente 47 de Estados Unidos, Donald Trump, estaría sujeto a polémicas, a juzgar por algunos de sus nombramientos para puestos clave.
No pasó inadvertido aquí la decisión de Trump de destinar el puesto de Fiscal General al congresista republicano por Florida Matt Gaetz, quien está bajo escrutinio.
Entre algunos miembros del propio Partido Republicano en el Congreso hay asombro. La senadora Susan Collins de Maine se mostró «sorprendida» por la noticia de la nominación y dijo que espera «una verificación de antecedentes exhaustiva por parte del FBI y audiencias públicas y muchas preguntas» antes de una votación de confirmación.
Collins, una crítica frecuente de Trump, comentó que «el presidente, obviamente, tiene el derecho de nominar a quien quiera, pero creo que este es un ejemplo de por qué es tan importante que tengamos las disposiciones de asesoramiento y consentimiento en la Constitución». Advirtió que «si la nominación procede, estoy segura de que habrá una verificación exhaustiva de antecedentes por parte del FBI y audiencias públicas y se harán muchas preguntas».
La también senadora Lisa Murkowski, de Alaska, calificó a Gaetz como un «candidato poco serio», según declaró a la cadena CNN.
Mientras el expresidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, de California, afirmó que Gaetz «debería ser condenado en un juicio».
Justamente fue el representante floridano, que es uno de los miembros del Freedom Caucus, el ala más derechista dentro del GOP en la Cámara Baja, quien el pasado año encabezó la campaña para destituir a McCarthy hasta lograrlo.
«Si hay alguien que debería ir a juicio, quiero decir, Gaetz es uno de los que deberían ser condenados en un juicio (…) No puedes acostarte con mujeres menores de edad y pensar que puedes salirte con la tuya», subrayó.
El Comité de Ética de la Cámara de Representantes investigó acusaciones de que el propuesto para fiscal general podría haber «participado en conducta sexual inapropiada y consumo de drogas ilícitas, aceptado regalos indebidos, otorgado privilegios y favores especiales a personas con las que tenía una relación personal y tratado de obstruir las investigaciones gubernamentales sobre su conducta».
Aunque todas las imputaciones las niega, la nebulosa está en el aire. No obstante, el presidente del panel, Michael Guest, aclaró la víspera que la pesquisa terminará si Gaetz renuncia al Congreso para convertirse en fiscal general.
Así que, de ser confirmado en el Senado, el político de Florida pasaría a asumir el Departamento de Justicia, la principal agencia de aplicación de la ley en Estados Unidos, la misma que lo puso en el ojo del colimador.
Otra designación que para nada fue bien recibida fue la del presentador de Fox News y veterano del Ejército Pete Hegseth como futuro secretario de Defensa.
La reacción entre altos mandos militares en ejercicio y anteriores np se hizo esperar tildando de «ridículo» y hasta de auténtica pesadilla, de acuerdo con la propia televisora.
También Tulsi Gabbard, la excongresista demócrata que cambió de bando, que Trump anunció para que sea su directora de Inteligencia Nacional causó revuelo en Washington.
A juicio de observadores, tanto ella, como Gaetz y Hegseth plantean interrogantes sobre las motivaciones del presidente electo con estos provocadores nombramientos y se preguntan cómo será su segunda administración a partir del 20 de enero de 2025.
Hay dudas sobre las cualidades profesionales, éticas o de experiencia para ejercer sus cargos.