ONU por revertir deuda en África como instrumento de progreso

Naciones Unidas, 14 nov (Prensa Latina) La salida al endeudamiento en África resulta un paso vital para navegar frente a las actuales crisis financieras, de cambio climático, inseguridad alimentaria y conflictos en la región, confirmó hoy un informe de la ONU.
De acuerdo con el reporte Revertir la deuda de África: Hacia una solución duradera y perdurable, la acción en ese sentido es esencial para enfrentar las limitaciones estructurales y aprovechar las oportunidades económicas de ese continente.
La publicación presentada por la asesora especial de las Naciones Unidas para África, Cristina Duarte, califica a la deuda como una forma importante de financiación al advertir que el costo total se estima entre 1,3 y 1,6 billones de dólares adicionales.
Si bien muchos países de la región se encuentran en problemas al respecto, «no debemos tratar a África como un continente completamente endeudado», alerta el texto.
«Cuando se gestiona de manera eficaz, la deuda puede ayudarnos a invertir en el logro de objetivos de desarrollo», reconoció al respecto Duarte.
De acuerdo con la experta, la región demanda una reforma del sistema financiero para garantizar fondos predecibles y asequibles, priorizar los resultados de desarrollo por sobre los intereses privados y crear espacio fiscal para inversiones de la Agenda 2030.
Entre otras acciones, la publicación llama a cumplir con los compromisos de asistencia oficial al desarrollo, reformar los bancos multilaterales para el progreso, así como priorizar los préstamos concesionales a largo plazo.
Otras sugerencias apuestan por aumentar el capital y prestar en monedas locales para reducir los riesgos cambiarios, a la par que priorizar el desarrollo sostenible garantizando una financiación predecible y a gran escala para la adaptación climática.
Según la investigación de la ONU, el problema de la deuda de África se ve exacerbado por «relaciones de poder asimétricas inherentes a la arquitectura financiera y de la deuda internacionales, que favorecen a los acreedores e imponen altos costos a los países africanos».
Por ello, el organismo insiste en la necesidad de espacio fiscal y reformas para mejorar las estructuras financieras nacionales e internacionales.