Ecuador despide 2024 en crisis y mira a elecciones decisivas

Quito, 31 dic (Prensa Latina) Ecuador dice adiós hoy al 2024 con una crisis multidimensional y a las puertas de elegir un nuevo Gobierno en las elecciones generales del 9 de febrero de 2025.
Durante los últimos 12 meses, el presidente Daniel Noboa implementó una serie de medidas económicas y sociales que impactaron la ciudadanía, como las declaratorias de conflicto armado interno y estados de excepción o el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Ante el recrudecimiento de la violencia y el auge del crimen organizado, el mandatario adoptó una serie de decisiones que, si bien en un primer momento lograron reducir los índices de criminalidad, no resolvieron el problema y el año cierra como el segundo con más homicidios de la historia.
En 2023 Ecuador tuvo una tasa de homicidios de 47 por cada 100 mil habitantes y hace unas semanas las autoridades informaron que esa cifra disminuyó en un 16,5 por ciento en 2024.
Por tanto, la problemática de la inseguridad seguirá como una de las principales preocupaciones de los ecuatorianos.
A eso se suman los dilemas económicos, que en 2024 se agudizaron con los cortes de electricidad durante tres meses, que llegaron a ser de hasta 14 horas diarias, en medio de cuestionamientos al Ejecutivo por falta de medidas oportunas para evitar los apagones pese a advertencias.
En ese contexto, la dolarizada economía ecuatoriana se contrajo un 2,2 por ciento en el segundo trimestre del año que concluye, debido a un menor dinamismo en la inversión, consumo de hogares y gasto público, según el Banco Central.
Las perspectivas de crecimiento son pesimistas, incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI), que firmó un acuerdo con el Gobierno para un préstamo de cuatro mil millones de dólares, redujo sus estimaciones del Producto Interno Bruto para 2025 y prevé un alza de 1,2 por ciento.
El analista y periodista ecuatoriano Luis Onofa resume la actual situación de Ecuador como una paradoja, con abundancia de recursos financieros, caída de la economía, crisis energética e inseguridad.
En su opinión, semejante contrasentido tiene explicación en el acuerdo con el FMI, «brazo ejecutor del neoliberalismo, que deja víctimas y tiene beneficiarios», pues la población debe tributar más y recibe a cambio menos servicios de calidad, «mientras los intereses de los acreedores del país se mantienen incólumes».
En ese escenario, Ecuador volverá a las urnas en poco más de un mes para elegir presidente, vicepresidente, legisladores y parlamentarios andinos, unos comicios que definirán el rumbo de esta nación endeudada, insegura y polarizada políticamente.
Si bien hay 16 candidatos que aspiran a la jefatura del Ejecutivo, dos de ellos aparecen como favoritos, según las encuestas: el actual mandatario Daniel Noboa y Luisa González, del movimiento Revolución Ciudadana.
Noboa ya venció a González en las elecciones anticipadas de 2023 y todo apunta que en 2025 podría repetirse el balotaje entre esas dos figuras ideológicamente opuestas.
Será una disputa entre los sectores económicos y políticos hegemónicos, beneficiarios del modelo neoliberal, (…) y las fuerzas progresistas aspirantes a que la dura crisis que afecta al país esclarezca la conciencia crítica y la memoria de los votantes, avizoró Onofa.