Washington (Prensa Latina) La historia de la solidaridad con Cuba en Estados Unidos completó un nuevo capítulo en 2024 con numerosas muestras de amor y apoyo hacia el pueblo de la nación caribeña.
Por Deisy Francis Mexidor
Corresponsal jefa en Estados Unidos
«En el período se apreció un fortalecimiento de la solidaridad y una lucha constante por la exclusión de Cuba del listado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo y en contra del bloqueo económico genocida de los Estados Unidos contra Cuba», expresó la embajadora Lianys Torres.
Torres, jefa de la Misión de Cuba en Estados Unidos, dijo a Prensa Latina que los esfuerzos colectivos permitieron el crecimiento de esta red de apoyo -que abarca a más de 65 organizaciones radicadas aquí- y la incorporación de jóvenes.
También destacó «el trabajo coordinado entre grupos de distintos sectores de la sociedad (afroamericanos, religiosos, culturales, deportivos, académicos, sindicatos, entre otros), ampliando su alcance, con estrategias que permitieron extender las voces de nuestros pueblos por la soberanía y dignidad de los cubanos, contra el imperialismo y el genocidio».
Comentó que entre las iniciativas más significativas estuvo la campaña Take Cuba Off The SSOT List (Eliminar a Cuba de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo).
Se desplegaron estrategias que redundan desde el envío de cartas y firmas, llamadas telefónicas, solicitud de reuniones con congresistas, hasta manifestaciones públicas de apoyo a Cuba, argumentó.
Las redes sociales también se convirtieron -dijo- en un nuevo campo de batalla de los amigos solidarios por la verdad, contra las campañas de desinformación generadas desde los grandes medios de la prensa occidental.
Torres señaló que en 2024 se incrementó el número de delegaciones a Cuba, tanto de organizaciones como de integrantes de las distintas brigadas de la solidaridad que visitaron el país.
«Los activistas solidarios de Estados Unidos constituyeron la delegación más numerosa que participó durante las celebraciones del Primero de Mayo en Cuba, así como en otros eventos realizados durante el año en el territorio nacional», subrayó la diplomática.
Es importante resaltar igualmente «la labor y los vínculos de importantes sindicatos del país con el movimiento de solidaridad. Con los esfuerzos de este año, suman más de 116 las resoluciones aprobadas por organizaciones, concejos de ciudades, estaduales, y sindicatos, exigiendo la salida de Cuba de la lista terrorista», enfatizó Torres.
Ante la difícil situación que atraviesa Cuba, los grupos solidarios lideraron campañas de apoyo a nivel nacional para recaudar fondos y mandar importantes donativos, entre los que destaca la campaña «Saving Lives», la cual permitió el envío de marcapasos a nuestro país, argumentó.
Además, se realizaron campañas para mandar medicamentos, equipos médicos, alimentos, generadores eléctricos y otros insumos para los damnificados de los eventos climatológicos que azotaron la nación, acotó la representante de la nación caribeña.
Durante la Conferencia Anual de la Red Nacional sobre Cuba (NNOC, en inglés) en noviembre de 2024, su liderazgo «previó un año 2025 con abundante trabajo para construir más solidaridad con Cuba desde Estados Unidos, en aras de expandir sus redes aún más, e integrarse a campañas internacionales por nuestra Patria», concluyó.
LOS DESAFÍOS QUE VIENEN
Precisamente la activista Cheryl LaBash, copresidenta de la NNOC, al hacer su evaluación del trabajo en el calendario que se despide apuntó que 2025 depara un gran número de desafíos tanto para Cuba como para el pueblo de los Estados Unidos.
«Tenemos optimismo, energía y determinación para enfrentar esos desafíos», señaló LaBash, quien dijo que la lucha la impulsaron «personas que viajaron a Cuba y vieron allí la esperanza de crear un futuro mejor que el que prevén para ellos en los Estados Unidos».
La lista de interesados en la Brigada Internacional del Primero de Mayo de 2025 ya ha aumentado a más de 200, cada uno irá armado con maletas o bolsos de lona llenos de ayuda material para contrarrestar los efectos del bloqueo, afirmó.
«El genocidio lento y de hambre impuesto a Cuba por los Estados Unidos contra la voluntad del mundo no es aceptable», sentenció LaBash.
Diana Block, miembro de NNOC en el Área de la Bahía en San Francisco, California, valoró el papel de la unidad en 2024. «Se está construyendo aquí entre diferentes grupos de cara a este nuevo periodo en el que habrá una nueva administración (Donald) Trump con (el senador por Florida) Marco Rubio como secretario de Estado».
La activista elogió el papel de la juventud que, sobre todo, ha tomado el liderazgo de la NNOC.
Por su parte Gloria La Riva, en representación del Comité de Solidaridad Venezuela-Cuba y el Proyecto Hatuey, instó a «ampliar el trabajo de solidaridad con Cuba» a partir de «estos terribles cuatro años de (Joe) Biden (sin cambio en la política hacia Cuba) y la experiencia de un mandato anterior con Trump, que vuelve a la Casa Blanca».
La Riva añadió: «Sabemos que no podemos faltar a esa lucha y no podemos defraudar, ni nunca defraudaremos al pueblo cubano».
Para Joshua Parks, miembro de la Red y residente en Florida, 2024 tuvo resultados en términos de la solidaridad: «La gente está energizada y entusiasmada por encontrar formas diferentes, formas más creativas y soluciones creativas para apoyar a Cuba».
«Estamos realmente entusiasmados con lo que nos depara el futuro en esta lucha. Viene una nueva administración, la de Donald Trump. Desafortunadamente, la de Joe Biden no levantó el bloqueo, no sacó a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo».
Así que nuestra lucha continúa -añadió- para seguir pidiendo justicia para Cuba, para seguir movilizando hasta conseguir que se cumplan nuestras demandas y podamos tener una Cuba que sea verdaderamente libre de esa guerra económica y no esté bajo el pulgar de los Estados Unidos, acotó Parks.
Por su parte Michael Mcâ€ÖCarthy, miembro del Massachusetts Peace Action, opinó que este año cierra un ciclo en el que «creo se nos ha dado una oportunidad de hacer el movimiento más fuerte».
Tuvimos -comentó- «mucha discusión sobre la Casa Blanca de Trump versus la de Biden y sus similitudes en términos de cómo mantienen las sanciones a Cuba y la designación en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo».
Idealmente, con Trump en el cargo y con Marco Rubio como secretario de Estado tenemos que seguir ejerciendo presión para levantar el bloqueo y mejorar las relaciones con Cuba.
El pueblo de Estados Unidos, el cual ellos no representan, cree en su mayoría que Cuba es nuestro vecino y merece vivir libre y sin obstáculos, acotó. «Me encanta Cuba por la gente. Originalmente llegué a Cuba a través de la poesía. Había un profesor de la universidad que me mostró algunos poetas cubanos», confesó.
«Y simplemente llegar a conocer a la gente, su uso del lenguaje y su música, arte y cultura, y luego aprender sobre la rica historia de Cuba ha sido una herramienta realmente poderosa e impactante en mi propia vida y una buena motivación para mí y para el mundo de lo que es posible».
Para Sandhya, miembro del Comité de Acción de Michigan para Cuba, deben elaborar estrategias juntos sobre «cómo tenemos que explicar, ampliar el movimiento de solidaridad y alcanzar nuevos horizontes».
Estoy muy animada por la energía joven que está como rejuveneciendo el movimiento en este momento, confesó la joven de Michigan.
«Así que muchos de nosotros hablamos de cómo tenemos que acercar a Cuba a la gente que aún no sabe por lo que está pasando ese pueblo no solo en términos del bloqueo, sino en términos de cómo resiste creativamente al bloqueo», opinó.
De la próxima administración Trump esperamos una política agresiva hacia Cuba como la que vimos en su anterior administración en 2017, así que ahora es el momento para que juntemos nuestros números en términos de labor solidaria, sentenció.
LO QUE NO HIZO BIDEN
La escritora y activista Medea Bejamin opinó que en su momento pensaron que «Biden iba a seguir el camino de (Barack) Obama abriendo relaciones con Cuba, abriendo comercio con Cuba, pero desgraciadamente no lo hizo».
Con un Trump vencedor será más difícil, advirtió la activista al ratificar su esperanza en que «con un movimiento más grande, más unificado, más efectivo en los Estados Unidos podría presionar al gobierno a respetar no solo la soberanía de Cuba, sino la opinión pública aquí, que está a favor de buenas relaciones con la isla».
El joven Luz Rodríguez cree que «una segunda presidencia de Trump pondrá en peligro muchos de los derechos civiles que tenemos aquí en Estados Unidos».
«Bajo la presidencia de Obama hubo una apertura de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Y cuando Trump llegó no solo deshizo lo que el demócrata pudo lograr durante su mandato, sino que también puso en marcha docenas y docenas de restricciones más contra la economía cubana», recordó.
Biden se va «y no hemos visto ningún cambio significativo y en realidad lo que hubo fue un fuerte alineamiento en mantener la política de Trump hacia Cuba», puntualizó Rodríguez.
Por eso -apostilló- «tenemos que seguir exigiendo un fin al bloqueo y que a Cuba se le permita vivir con dignidad y soberanía y libertad, sin la opresión de un gobierno externo».
Recordó el joven boricua la votación el pasado 30 de octubre en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, de una resolución sobre la necesidad de acabar con el bloqueo.
«En más de 30 ocasiones, al igual que las otras veces -subrayó-, la mayoría del mundo se ha unido y ha dicho que no, que el bloqueo es criminal y que debe levantarse para que el pueblo cubano pueda vivir en paz, y ya se ven que los únicos que han votado en contra son Estados Unidos e Israel».
El 12 de diciembre el Departamento de Estado publicó su reporte anual sobre la lucha contra el terrorismo en 2023 y mantuvo a Cuba en la arbitraria lista de países patrocinadores del flagelo, una designación que ha reforzado el cerco unilateral contra la nación antillana.
Un día antes el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, había descartado que ocurriera algún cambio en la política hacia Cuba antes del 20 de enero de 2025.
Blinken aseguró: «No anticipo ningún cambio en nuestra política hacia Cuba por parte de esta Administración».
Cuba fue incluida por primera vez en esa lista en 1982, durante la administración de Ronald Reagan (1981-1989) y Obama (2009-2017) revirtió la medida en 2015 tras admitir que carecía de mérito.
Sin embargo, en enero de 2021, pocos días antes de salir de la Casa Blanca, Donald Trump volvió a incluir a Cuba en esa lista, algo que no revirtió Biden.
Las autoridades cubanas han denunciado sistemáticamente que en realidad Cuba ha sido víctima del terrorismo por años, muchas veces organizado y planificado desde territorio estadounidense y que el bloqueo califica como la peor violación de los derechos humanos contra su pueblo.