Tras señalar que las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez” son un proyecto educativo fallido del gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación por la controversia que han generado recientemente y acusaciones de fraude, a nombre del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, el legislador Héctor Saúl Téllez Hernández, pidió a la SEP un informe integral de las condiciones operativas y condiciones físicas de los planteles de dicha institución.
A través de un Punto de Acuerdo que se presentará ante la Comisión Permanente, el vicecoordinador económico del GPPAN refirió que si bien la intención de buscar opciones educativas gratuitas en el nivel superior a comunidades marginadas y zonas rurales del país es loable, el proyecto fue realizado en 2019 “al vapor”, y de ahí sus pírricos resultados.
“La creación acelerada de estas universidades provocó que muchos planteles no cuenten con instalaciones adecuadas, equipos, y personal altamente capacitado. Además, la falta de planeación detallada y la desconexión en algunos casos entre las carreras ofrecidas y las demandas del mercado laboral, ha generado inconsistencias en su desarrollo que ha sido cuestionada por la misma población”, puntualizó.
Téllez Hernández abundó que el reto principal radicaba en garantizar que estas universidades se convirtieran en una opción factible de una educación de calidad y que sus egresados tengan oportunidades reales de inserción laboral; pero insistió, a cuatro años de su creación los resultados dejan mucho que desear.
“De acuerdo al Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García en su Programa de Avance y Resultados 2024 se menciona que esta institución cuenta con 202 planteles con una matrícula de 85 mil estudiantes en el ciclo 2024-2, en el que han egresado 4,091 estudiantes y únicamente se han titulado 2,040 estudiantes”, puntualizó.
Resaltó que estas universidades presentan un panorama desolador para la población, debido a que algunas al ser visitadas no se encuentran en la dirección que se señala en la página electrónica y destacar que la mayoría funcionan en condiciones irregulares, de tal forma que no justifica los más de nueve mil millones de pesos que se les ha destinado del Presupuesto de Egresos de la Federación desde su creación.
“Entre 2019 y 2025 a estas universidades se les ha destinado a través del Presupuesto de Egresos de la Federación nueve mil 105.7 millones de pesos, recursos que no se ven reflejados en la funcionalidad de las universidades; por lo tanto, podemos aseverar que las universidades para el Bienestar representan más un mecanismo político electorero para obtener votos y desviar recursos para los fines de la 4T que una verdadera universidad que esté a la altura de la instituciones como la UNAM, el IPN y la UAM”, aseveró.
Abundó que con este monto que han ejercido la Universidad para el Bienestar, se hubieran financiado más de dos mil sesiones de quimioterapias o más de dos millones de sesiones de hemodiálisis para pacientes que buscan una oportunidad de vivir, que invertir en un proyecto que no es factible para la población.
El diputado panista concluyó que las Universidades del Bienestar parecen ser más un intento político-electorero que una verdadera solución educativa, toda vez que la falta de infraestructura adecuada, así como la ausencia de estudiantes y profesores evidencian un sistema que necesita una revisión exhaustiva.