Santiago de Chile, 28 ene (Prensa Latina) Empresarios chilenos expresaron hoy preocupación por las intenciones del presidente norteamericano, Donald Trump, de imponer aranceles al cobre, metal del cual este país es el principal exportador.
La víspera, Trump advirtió que en un futuro muy cercano aplicarán gravámenes a «la producción extranjera de chips de computadoras, semiconductores y productos farmacéuticos para devolver la producción de estos bienes esenciales a Estados Unidos».
Y añadió que también impondría aranceles al acero, al aluminio y al cobre.
En declaraciones publicadas por el Diario Financiero, la presidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio, Susana Jiménez, expresó su preocupación dado que el cobre representa la mitad de las exportaciones de este país y por tanto tendría repercusiones importantes.
Jiménez espera que esa medida no se materialice y explicó la relevancia que tiene el metal para la economía chilena, pero también para el mundo entero, porque el proceso de transición energética pasa por la electrificación, lo cual requiere mucho cobre, advirtió.
Funcionarios de Codelco, la principal minera de cobre del mundo, dijeron estar atentos a las recientes declaraciones de Trump y anunciaron una coordinación al respecto con el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al referirse al tema, el canciller Alberto van Klaveren informó sobre la creación de un grupo de trabajo a través de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales junto a la cartera de Hacienda.
El objetivo es analizar los principales flujos comerciales de Chile con Estados Unidos y poder evaluar en qué medida podrían verse afectados.
No obstante, el ministro afirmó que la relación comercial entre ambos es muy positiva y que el país norteño exporta más a Chile de lo que la nación sudamericana envía a territorio norteamericano.
El primer destino del cobre chileno es China, con 51,3 por ciento del total, seguido por Estados Unidos, con 11,3.
Expertos advierten que si los aranceles se implementan, se podría reducir la competitividad de este recurso, lo cual afectaría tanto las exportaciones como la recaudación fiscal.