Brasilia, 19 feb (Prensa Latina) El expresidente Jair Bolsonaro, denunciado hoy formalmente por golpista, podría enfrentar, si fuera condenado por todos los crímenes, 39 años de prisión, vaticinan juristas consultados por la estación televisiva CNN Brasil.
Sin embargo, los expertos señalan que sería difícil un elevado número de cárcel a todas las penas máximas.
El resultado de 39 años y cuatro meses de presidio sería una suma que implica cinco delitos con castigos diferentes.
La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) acusó debidamente a Bolsonaro y a otras 33 personas por los delitos de organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho y golpe de Estado.
También por daño calificado por la violencia y grave amenaza contra el patrimonio de la Unión, con considerable perjuicio para la víctima y deterioro de patrimonio declarado.
La Fiscalía señala que el exmilitar fue el líder de la organización que intentó derrocar la democracia en Brasil.
CNN asegura que la cuenta de los posibles años de prisión para Bolsonaro no es exacta, se basa en estimaciones más conservadoras sobre el análisis de la legislación.
Después del juicio, el juez podría llegar a una dosimetría diferente, todo depende de la interpretación del código evaluado y los crímenes a los que eventualmente sería condenado.
La expectativa, sin embargo, de los expertos escuchados por la televisora, es que el excapitán del Ejercito no llegue al techo.
Aunque sea condenado, recibiría, en la estimación de los letrados, poco más de la mitad o dos tercios de la pena, lo que daría algo como 20 a 26 años.
Los cálculos se hicieron teniendo como base el Código de Procedimiento Penal y las leyes 12.850/2013 y 9.605/1998, citadas por la propia PGR.
Todavía los expertos consultados por CNN consideran la denuncia «pesada y robusta», y entienden que hay poco espacio para que la defensa del exjefe del Ejecutivo pueda contradecir los argumentos presentados, sin muchas perspectivas para que las tesis sostenidas por la Policía Federal y la Fiscalía sean derrocadas.
El staff de abogados del exparacaidista consideró torpe la acusación y basada en una sola imputación divulgada anoche.
«La denuncia inepta llega al punto de atribuirle participación en planes contradictorios entre sí y basada en una única delación premiada, varias veces alterada, por un delator (exayudante de órdenes Mauro Cid) que cuestiona su propia voluntariedad», alegó la defensa.
Insistió en que el expresidente «nunca pactó con ningún movimiento que apunte a la desconstrucción del Estado Democrático de Derecho o las instituciones que lo pavimentan».
Si finalmente la inculpación de la Fiscalía es aceptada por el Supremo Tribunal Federal, el político ultraderechista se convertirá en acusado y pasará a responder a un proceso penal en la corte superior.