Washington, 4 mar (Prensa Latina) Nueve países de las Américas impulsan hoy un proyecto liderado por la OPS para fortalecer las acciones contra la obesidad en esta región, que muestra la mayor prevalencia de sobrepeso en el mundo.
Según informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en las Américas el 67,5 por ciento de los adultos y el 37,6 de los niños y adolescentes de entre cinco y 19 años sufren de sobrepeso u obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades no transmisibles y subraya la urgencia de tomar medidas de manera inmediata.
Los países que participan como pioneros de esta iniciativa son Argentina, Barbados, Brasil, Chile, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Para abordar este desafío, la OPS y los países participantes implementan un conjunto de medidas basadas en las recomendaciones del paquete técnico del Plan de Aceleración.
Estas incluyen la aplicación del etiquetado de advertencia al frente de los envases de alimentos, la regulación de la comercialización de productos alimenticios poco saludables, la promoción de la lactancia materna, la regulación de los alimentos que se venden en las escuelas y la adopción de políticas fiscales que incentiven dietas saludables.
Además, se busca fomentar la actividad física en espacios públicos y escolares, y fortalecer la atención primaria de salud.
El mencionado plan también enfatiza la importancia del monitoreo y la evaluación de las intervenciones para permitir la innovación en las políticas basada en los resultados.
Este 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad, con el objetivo de sensibilizar sobre el impacto de esta enfermedad y promover acciones para su prevención y tratamiento.
La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede afectar la salud y aumentar el riesgo de enfermedades no transmisibles como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y ciertos tipos de cáncer.
Datos de la Organización Mundial de la Salud muestran que desde 1975 la obesidad se ha triplicado en todo el mundo, afectando actualmente a más de 800 millones de personas.