Una nefróloga cubana en México: Salud con amor para salvar vidas

Ciudad de México, 10 mar (Prensa Latina) El trabajo de la doctora Zoraida Rodríguez, especialista cubana en nefrología, apunta hoy a un objetivo: brindar la mejor atención posible a mexicanos del central estado de Tlaxcala, con una alta incidencia de insuficiente renal.
La galena, nacida en la oriental provincia de Santiago de Cuba, llegó a esta nación hace casi dos años y medio, como parte del primer grupo de 26 médicos especialistas provenientes de la isla que comenzaron a laborar en la entidad federativa.
Tras 15 días de adiestramiento y capacitación sobre los protocolos, sus ritmos de actividades, entre otros procedimientos, inició el trabajo en el Hospital General de Tlaxcala Anselmo Cervantes Hernández, como parte de un acuerdo gubernamental y de cooperación internacional.
Un contrato garantiza su plaza, salario y seguridad social en Cuba, a la vez que se protegen las condiciones de vida, trabajo y manutención en México.    En el hospital, que contaba solamente con una nefróloga hasta ese momento, Rodríguez pudo apreciar enseguida las características de la población: humilde, respetuosa, sensible, acogedora y necesitada de atención médica especializada, sobre todo los tlaxcaltecas sin seguridad social.
«La enfermedad renal es un problema de salud grave en Tlaxcala, ya que el estado se encuentra entre los primeros lugares a nivel nacional en la incidencia de casos de insuficiente renal y más preocupante, la aparición de enfermedad renal crónica en poblaciones jóvenes», explica a Prensa Latina.
Por eso no duda en definir como su principal aporte la posibilidad de brindar todos sus conocimientos para garantizar una atención con calidad, a lo cual se suma, desde las mismas consultas, la promoción sobre salud renal con pacientes y familiares.
En este sentido, subraya la necesaria adopción de medidas oportunas de prevención y control que atajen el desarrollo de la enfermedad renal crónica y puedan disminuir los casos que requieran de tratamientos de sustitución de esa función, como diálisis peritonial, hemodiálisis y trasplante.
Rodríguez y otra nefróloga de Cuba trabajan en estos momentos de forma colegiada y muy unida con la especialista mexicana, jefa clínica del servicio, y cada día discuten y analizan el seguimiento ante cada caso de urgencias o internado en sala.
«La población nos ha acogido con gran amor y cariño. Las relaciones de hermandad con nuestros colegas mexicanos han prevalecido en todo momento», comenta la galena, quien destaca también la labor conjunta en la preparación de la jornada del Día Mundial del Riñón.
Durante esos encuentros, celebrados en marzo, presentan trabajos científicos ante doctores, personal de enfermería, técnicos y estudiantes de Medicina para concienciar sobre la importancia de ese órgano y el impacto de la prevención y la detección temprana en la enfermedad renal.
Sin embargo, este camino guiado por la solidaridad no estuvo exento de retos: conocer una cultura cercana pero distinta, hábitos e idiosincrasia diferentes, insertarse a un nuevo sistema de salud, así como estudiar protocolos y cumplirlos.
«Sobre todo, ganarnos la confianza de nuestros colegas mexicanos con nuestro ejemplo, nuestro trabajo y el nivel científico, de tal manera que se sienten bien trabajando junto a nosotros, con el objetivo de mejorar la salud de nuestros pacientes», ilustró.
Los ciudadanos que acuden a sus consultas están muy contentos con la presencia de los cubanos, asegura la galena, quien lejos de su tierra y muchas veces tocada por la añoranza agradece «la oportunidad de servir al hermano pueblo de México».
Tal vez su manera de resumir el paso por Tlaxcala sea la más apropiada para concluir estas líneas: «Siento -afirma- que hemos crecido como profesionales, como humanos y como revolucionarios brindando salud especializada con amor, salvando vidas».