Washington, 29 abr (Prensa Latina) Una nueva especie de caracol de solo cinco milímetros fue hallada en el sudeste asiático y por su peculiar belleza y complejidad en la concha los científicos la asociaron con una obra de arte, publica hoy la revista ZooKeys.
De hecho por su caprichosa forma de concha al revés y su analogía con el arte la bautizaron con el nombre del pintor español Pablo Picasso (1881-1973).
Un grupo internacional de malacólogos (investigadores que estudian los moluscos) dirigido por el serbio VukaÅíin GojÅíina y su supervisor húngaro, Barna Páll-Gergely, exploraban la diversidad de caracoles en el sudeste asiático cuando una especie desconocida para la ciencia les llamó su atención.
A diferencia de la mayoría de los otros caracoles, el Anauchen Picasso tiene espirales en ángulos rectangulares que, según los científicos, lo hacen parecer «una interpretación cubista de otros caracoles con formas de concha «normales».
Son una belleza, describen los autores en su artículo. Aunque el tamaño de la concha de estos caracoles es inferior a cinco milímetros, sus conchas presentan una complejidad extraordinaria, detallan.
Describieron que la abertura de la concha está provista de numerosas barreras similares a dientes, probablemente útiles contra depredadores.
Además, varias de las nuevas especies tienen una abertura que gira hacia arriba o hacia abajo, lo que significa que algunas especies llevan la concha al revés.
Estas barreras de apertura y la orientación del último verticilo de la concha estuvieron entre los caracteres principales que ayudaron a los investigadores a distinguir los diferentes caracoles.
Explican los científicos que si bien muchas de estas nuevas especies fueron recolectadas recientemente, varias, desconocidas para la ciencia hasta ahora, fueron encontradas en la colección del Museo de Historia Natural de Florida, recolectadas a lo largo de la década de 1980.
Es probable (y en algunos casos, seguro) que los lugares donde se encontraron estos caracoles ya hayan sido destruidos por la deforestación y la explotación de canteras de piedra caliza, que son las principales amenazas para los caracoles terrestres endémicos locales en el sudeste asiático.