Madrid, 8 may (Prensa Latina) Los nombres propios quedaron en el camino y los protagonistas de la final de la Champions League, Inter de Milán y París Saint Germain, buscarán el reconocimiento supremo.
Será el 31 de mayo en el Allianz Arena de Munich, Alemania, y desde hoy comienzan las apuestas por un favorito. En el papel, por mejor juego colectivo, el PSG suma enteros, pero en la cancha ya el Inter demostró que no es segundo de nadie.
La juventud y lo que en España llaman «fútbol de autor» (por el técnico Luis Enrique Martínez), son buenos argumentos del plantel parisino. Sin las estrellas de hace poco tiempo, nada menos que Messi, Neymar o Mbappé, convence en sus presentaciones.
Cuenta con un inspirado, como nunca, Ousmane Dembelé, las aportaciones del georgiano Khvicha Kvaratskhelia, junto con un grupo de atacantes muy talentosos como los franceses Dessiré Doue y Bradley Barcolá.
En la medular, dos portugueses fundamentales, Joao Neves y Vitinha, junto con el capitán español Fabián Ruíx. Una defensa sólida (Mendes, Pscho, Hakimi y el capitán Marquinhos), con un portero en estado de gracia, el italiano Donnarumma.
Frente a este bloque compacto que maneja con el espíritu colectivo Luis Enrique, enfrente un Inter de Milán más bien veterano de mil contiendas y con el aporte de piezas más jóvenes como sus atacantes por excelencia, el argentino Lautaro Martínez y el francés Marcus Thuram.
Luego hay una combinación dominada por experimentados como el volante creativo italian Nicolo Barella, el turco Calhnoglu y el armenio Mjitarián, ejes del mediocampo, y una defensa de establecidos, Dimarco, Acerbi, Bastoni y Dumfries, junto a otro arquero de lujo, el suizo Yann Sommer.
Para resumir las potencialidades de cada conjunto, el PSG eliminó al Arsenal (que dejó en el camino al Real Madrid) sin apelaciones y antes lo había hecho contra el poderoso Liverpool, además del Aston Villa, o sea un ensañamiento absoluto contra los ingleses.
En tanto, el Inter de Simone Inzaghi, dejó fuera del candelero de Champions nada menos que al Bayern Munich y, sobre todo, el favorito Barcelona, que sigue extiendo su sequía de Orejonas desde 2015.
Mucha tela por donde cortar con la oportunidad, por primera vez en la historia, del PSG de sacarse la espina de 2020 cuando perdió ante el Bayern Munich, y del Inter, de volver a los planos estelares que no consigue el trofeo desde 2010.