Billonarios, a controlar el mundo, valoran en España

Madrid, 15 may (Prensa Latina) La ficción del cine se acerca cada vez más a la realidad y la existencia de billonarios con ambiciones de controlar el mundo, confirman estos hechos, concluyen expertos en España.


En el estudio difundido hoy por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el profesor Antoni Roig profundiza en el tema, con una conclusión demoledora a la que llegó en un informe Oxfam.


Según la ONG, el uno por ciento más rico de la población mundial se ha apropiado de casi dos terceras partes de toda la nueva riqueza creada desde 2020, una concentración sin precedentes que alerta de las graves amenazas para la cohesión social y la democracia.


El catedrático Roig, profesor de Estudios de Ciencias de la Información y de la UOC, «en varias películas y series de ficción recientes nos encontramos con una tendencia al alza: los principales malvados de la función son billonarios o colectivos de billonarios que actúan como simple extensión de sus privilegios».


Precisó que pese a no es nuevo, «la ficción nos ayuda a entender los sentimientos y los miedos de los tiempos en que vivimos».


«La concentración de poder, la explotación de personas, el menosprecio del cambio climático ante el negocio que supone la explotación de los recursos naturales para el consumo o la emergencia de formas de gobierno autoritarias basadas en la plutocracia o la cleptocracia», añadió
Roig apuntó a figuras de la actualidad como Donald Trump o Elon Musk ejemplifican este fenómeno, como grafica en su artículo «‘Solo son negocios’: superricos y supermalvados en la ficción contemporánea».


«A diferencia del malvado clásico rico, de una pieza, megalomaníaco, perturbado, que hemos visto en sagas como las de James Bond, aquí nos encontramos con personas aparentemente normales, funcionales, que simplemente se mueven con otros códigos morales, derivados directamente de la acumulación de poder y de dinero, por encima del resto de personas», apuntó.


De otro lado, el profesor Roig destaca que, «a veces, esta maldad ocurre de manera cotidiana, incluso inadvertida, fruto de la posición misma de poder sin que se sea consciente».


En esa línea, argumentó que en este contexto, se pone de relieve la fascinación por el mal si se traduce en poder: «La morbosa fascinación que nos provoca ver esta desinhibición que da el dinero, sea a través de la comedia, la ciencia ficción o el thriller, hace que nos importe menos que sean malvados».


Concluyó con una sentencia lapidaria: «las series de los billonarios malvados, como el resto, nos llegan a través de plataformas controladas por billonarios».
Para profundizar acerca de esta cuestión, Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, puntualizó que la ficción ha incorporado la preocupación social por la desigualdad.


«Los multimillonarios y los ultrarricos se plasman en la ficción reciente como la evolución natural de los villanos de otros géneros. Squid Game tardó una década en venderse porque parecía demasiado irreal; hoy, esta crítica es perfectamente plausible», manifestó.


«La crisis financiera de 2008 y el aumento de la conciencia sobre las desigualdades sociales, han impulsado la creación de contenidos en los que la riqueza extrema y la impunidad se convierten en el eje central de la narración», destaca.


Neira consideró que figuras como Musk o Trump, «ofrecen arquetipos perfectos para construir antagonistas que, pese a su aparente respetabilidad, acaban revelando comportamientos claramente disfuncionales o antisociales».


«Probablemente, personajes como los de Succession o The Boys se inspiran en figuras reales como Musk o Trump, puesto que la ficción busca conectar con los miedos y las preocup