El senador Ricardo Anaya Cortés advirtió que, aunque hay avances importantes en el dictamen de la reforma en materia de telecomunicaciones, es un error celebrar prematuramente, ya que persisten elementos preocupantes que podrían tener consecuencias graves para la privacidad de los ciudadanos y la democracia en México.
Durante una conferencia, Anaya reconoció que la presión de la oposición y de la sociedad civil ha rendido frutos al detener el proceso legislativo y eliminar el polémico artículo 109 del dictamen. Sin embargo, llamó a no bajar la guardia, ya que otras disposiciones siguen vigentes y representan amenazas significativas.
Entre las preocupaciones señaladas por el senador se encuentran el artículo 8, fracción 62, que otorga a una agencia —que sería dirigida por una sola persona— la capacidad de ordenar la suspensión inmediata de cualquier transmisión, lo que calificó como una medida autoritaria. También cuestionó la insistencia en establecer un registro de usuarios de telefonía móvil (artículo 8, fracción 64), previamente declarado inconstitucional por la Suprema Corte en 2022.
“El gobierno tendría acceso a nuestros datos personales, a la geolocalización en tiempo real y hasta a nuestros biométricos, sin una orden judicial. Eso no es propio de una democracia”, advirtió.
Anaya también criticó la concentración de poder que se busca al transformar lo que antes era un órgano constitucional autónomo en una instancia subordinada, sin claridad sobre los mecanismos de designación de sus integrantes, lo que pone en duda su independencia.
Por otro lado, en materia de política exterior, el senador calificó la relación bilateral con Estados Unidos como una “crisis autogenerada” por el actual gobierno federal. Señaló como causa la estrategia de seguridad basada en la no confrontación con grupos criminales. Rechazó cualquier intervención unilateral por parte de Estados Unidos y propuso un acuerdo bilateral formal, al estilo del T-MEC, para combatir conjuntamente al crimen organizado.
En cuanto a la posible reunión con legisladores estadounidenses, Anaya subrayó que no existe convocatoria formal alguna, aunque reiteró el interés en llevar a cabo una reunión interparlamentaria que aborde temas como seguridad, migración y las recientes propuestas de cobrar un 5% a las remesas enviadas por migrantes.
“El diálogo es necesario, pero debe hacerse por los cauces institucionales. Las ocurrencias no deben sustituir a la estrategia”, concluyó.