Ciudad de Panamá, 24 may (Prensa Latina) En una carta enviada al papa León XIV indígenas panameños solicitaron hoy que intervenga con su sagrada voz para que cese la violencia de la que son víctimas por parte del Gobierno.
El documento, al que tuvo acceso Prensa Latina y fue entregado al Arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa, demanda además al santo pontífice que interceda para instaurar un diálogo verdadero que solucione la crisis, en alusión a las protestas de más de un mes contra la Ley 462 de la Caja de Seguro Social ( CSS).
En la misiva de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (Coonapip), suscrita por su presidente, Leónides Cunampia; y la cacica Elena Cruz, con el aval de las siete etnias del istmo, se requiere que se haga un llamado al Ejecutivo a tender con urgencia ese puente de diálogo que su Santidad «sabiamente ha propuesto para buscar soluciones a los problemas que nos afectan».
«Hoy, más que nunca, el pueblo indígena panameño clama por ser escuchado. Su lucha es por el respeto a sus tierras, su autonomía y su vida digna, principios que la Iglesia siempre ha defendido.
«Por ello, le pedimos, Santo Padre, que interceda ante los responsables de esta crisis, el Gobierno de Panamá, instando al cese de la represión, la restitución de sus derechos y la apertura de un diálogo verdadero, libre de violencia», reza la carta.
En el mensaje se explica que a raíz de las protestas pacíficas, el gobierno del presidente José Raúl Mulino, se ha dado a la tarea de usar todos los estamentos de seguridad para atacar brutalmente a los manifestantes, y ha iniciado una persecución sistemática y violenta especialmente contra la Comarca NgÃñbe Buglé y el territorio colectivo Emberá – Wounaan.
Los originarios indican además en ese texto que «»ni en los tiempos más oscuros de la dictadura militar han sido tan perseguidos, sitiados en nuestros propios territorios, atropellados y atacados vilmente por las fuerzas de seguridad del Gobierno».
De otra parte indican que los enfrentamientos han dejado «un triste saldo de heridos, personas que han perdido la vista, una señora a punto de perder un brazo, un joven al borde de la muerte y cientos de detenidos».
«En nombre de la misericordia y la justicia que guían su pontificado, hacemos un llamado urgente para que el mundo no ignore nuestro dolor. Que su palabra sea luz para detener esta injusticia y construir una paz basada en el respeto a los pueblos originarios», remarca ese texto.
Desde el pasado 23 de abril , la nación canalera es escenario de diversas manifestaciones también en repudio a un acuerdo con Estados Unidos que atenta contra la soberanía, estiman los activistas sociales.
La víspera una marcha una multitudinaria marcha partió desde el parque Urracá, en esta capital, hacia la Presidencia de la República, convocada por la alianza Pueblo Unido por la Vida, para entregar un pliego de reclamos en defensa también de la democracia y los derechos humanos.
La postura de los colectivos tiene lugar en medio de allanamiento arbitrario a locales de organizaciones sindicales como las de los obreros de la construcción y la detención de líderes de ese gremio como Jaime Caballero y Genaro López.
El secretario general de esa agrupación, Saúl Méndez, se vio obligado a refugiarse, solicitar asilo y recibir protección temporal en la embajada de Bolivia, debido a amenazas y peligro para su vida, según los sindicalistas.
Las protestas, las más grandes desde las masivas manifestaciones de octubre y noviembre de 2023 contra la minería metálica a cielo abierto, han obligad a diputados a solicitarle al jefe de Estado una apertura al diálogo, vía que niega de manera constante.