Es importante que el teatro no intente seguir los modelos del cine: Hans-Thies Lehmann

Por Huemanzin Rodríguez

No es la primera vez que Lehmann visita América Latina, pero sí la primera en México y Cuba

Hans-Thies Lehmann vino a México para participar en la Cátedra Ingmar Bergman de la UNAM. Para él es muy importante ver cuál es el impacto y la recepción de sus ideas, especialmente entre los jóvenes que aún no adoptan un modelo a seguir y están deliberando entre los distintos modelos aprendidos.

“Me siento muy contento del recibimiento, el interés y la cálida apertura en México para debatir ideas, porque ponen en conflicto nuestros conceptos tradicionales sobre el teatro. Y eso es bueno. Además celebro que sea con el respaldo de una institución educativa. Pero también, la cátedra permite una conexión entre la realización de Ingmar Bergman y los aspectos teatrales. Algunas veces he hecho seminarios sobre los aspectos teatrales en el cine y los aspectos cinematográficos del teatro», dijo Lehmann.

Según el teórico, se pueden encontrar aspectos muy interesantes del cine hoy. «Si observamos la obra de algunos directores que han trabajabado elementos teatrales. Y por supuesto, ver cómo el teatro se influyó profundamente de la cultura mediática y cinematográfica. Por ello, este espacio es una buena conexión entre Ingmar Bergman y el teatro”.

No es la primera vez que Lehmann visita América Latina, pero sí la primera en México y Cuba. Ha estado en Colombia y Brasil muchas veces. Su libro El Teatro Post-dramático ha sido traducido a varios idiomas, pero de los países de América Latina ha sido Brasil el lugar en donde más se le ha buscado para seminarios, cátedras y conferencias.

Asimismo dijo que piensa esencialmente en la diferencia del teatro y el cine, «es lo mismo que le pasó al arte, porque si un medio nuevo como la fotografía aparece, entonces el arte viejo se tiene que preguntar cuáles son sus cualidades específicas. Así la pintura se preguntó qué es lo que había hecho, qué es lo que hacía, qué cosas más podía hacer diferente a lo que hacía la fotografía. En el mismo sentido la cultura mediática de la cinematografía forzó al teatro a preguntarse cuáles eran sus cualidades específicas, qué podía hacer que el cine no. Y por supuesto, la respuesta simplemente se dirige a que es una conexión viva, esta situación en la que tú haces una obra de teatro y la gente que te va a ver está en un mismo espacio-tiempo y respiran el mismo aire, es importante que el teatro no intente seguir los modelos del cine».

Pero, a la pregunta sobre las cualidades del teatro, el investigador alemán recalcó la escena en vivo, interpretación, trabajo corporal más que emocional, «por ejemplo puedes controlar perfectamente las emociones en un encuadre cerrado de cámara para el cine, pero en el teatro tienes el cuerpo hablándote. El teatro es un medio en donde la comunicación está con todo el cuerpo más que con falsas emociones.

“El cine cambió completamente toda la idea de teatro, como cambió la idea de Arte. En literatura James Joyce y otros crearon una nueva ola de escritura que fue completamente diferente a los otros estilos trabajados. El teatro siempre ha sido muy concreto, vivo y directo. El cine siempre ha buscado ponerte en un sueño, en la oscuridad; el teatro hasta del siglo XIX se representó con luz, sólo en los tiempos modernos el público fue metido a un cuarto oscuro. Tienes esta estructura ensoñadora del cine y tienes la realidad que siempre afecta del teatro. Así que nunca puedes hacer el mismo tipo de ilusión en el teatro».

Hans-Thies Lehmann sugiere que el artista de cine debe intentar romper esta ilusión para hacer más rica su obra, si no quiere sólo hacer entretenimiento en el más puro estilo Hollywood, que es como un policía invisible.

«Pero hay nuevo y buen gran cine moderno de autores como Tarkovski o Godard, hasta Kubrick y muchos otros de hoy, como Lars Von Trier en Dogville, con una puesta en escena muy teatral y cinematográfica. El teatro tiene la posibilidad de colapsar muchas realidades e imaginaciones y probar cómo pueden usar al video, la fotografía o el cine para crear la tensión entre lo vivo y lo mediático. Este es un fenómeno muy interesante de cruce entre los medios”.

Lehmann ha hecho el Teatro del cuerpo y la Tragedia del Cuerpo, una obra de tragedia, de una lucha entre los huesos y la carne, entre lo que está fijo y lo que es fluido. En la obra él expone a sus actores a la desnudez virtual o también a la real, como una persona al sacrificio que se está ofreciendo a la audiencia.

También mencionó que se pueden ver referencias al teatro en muchas de sus películas, explicó que si uno ve Naranja Mecánica, cuando es la batalla entre las pandillas que ocurre en un teatro. “Si ves su última película Ojos Bien Cerrados, tienes toda una escena teatral durante la orgía. Es realmente una escena teatral. Y al final en el diálogo entre el héroe y Sidney Pollack, cuando dice que todo era falso, pero el hecho fue real aunque no fue montado para él. Así que esas escenas teatrales en la mente, muestran ciertas partes de la realidad, lo que es muy interesante en la obra de Kubrick.

“Es importante que la cultura acerque las fronteras y abra la mente de la gente para que entienda qué es lo diferente. Porque debemos aceptar y aprender de las diferencias y no tratar de antemano, identificarnos sólo con nuestro comportamiento. Especialmente ahora en un mundo donde parece que vivimos en la catástrofe entre el hambre, la guerra y la violencia”, finalizó Lehmann.

Deja tu comentario