Bogotá, 6 feb (PL) Bogotá vivió hoy una nueva jornada bautizada como Día sin carro, en el que dejaron de circular un millón 500 mil automóviles particulares guardados por sus propietarios en garajes privados o parqueaderos públicos.
Desde las 06:30 de la mañana hasta las 18:30 de la tarde, los citadinos se desplazaron en los mil 163 ómnibus articulados del sistema de transporte público conocido como Transmilenio y en otros tres mil 45 que cubren tramos zonales.
Al despejarse la congestión vehicular, los famosos «trancones» típicos la ciudad, la contaminación ambiental disminuyó mientras un millón 690 mil citadinos llegaron a su destino a bordo de los buses que realizaron 114 mil viajes.
Pero el disfrute mayor fue para los ciclistas, en su gran mayoría jóvenes que desde hace varios meses prefieren este tipo de transporte para dirigirse a sus centros de estudios, compras, actividades académicas y culturales.
La Alcaldía apostó a fondo a este medio alternativo y habilitó ciclovías, ciclorutas y bicicarriles aprovechados al máximo.
Deja tu carro y tu moto en casa, fue la consigna. Para los infractores y tozudos de siempre 322 multas y 15 inmovilizaciones.
La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) se dedicó a medir la calidad del aire y el comportamiento de contaminantes como el ozono, el monóxido de carbono, el dióxido de azufre y de carbono y otras partículas poco deseables que flotan en el espacio.
En su gran mayoría, los bogotanos disfrutaron a plenitud de ese jueves benigno, que les permitió transitar por su ciudad desde una perspectiva distinta, descubrir plazoletas y parques, el esplendor de las áreas boscosas circundantes, invisibles en el día a día, en el caos de movilidad de una Bogotá víctima de la prisa, el estrés y el ajetreo.
Viven undía sin carro… en Bogotá
