Ottawa, 27 mar (PL) La venta del legendario Cirque du Solei genera hoy polémica en la ciudad canadiense de Quebec, donde se hizo un llamado público a evitar que este patrimonio abandone el país.
Pese a revolucionar el mundo del circo moderno y ser garantía de éxito dondequiera que se presente, el Circo del Sol enfrenta duros problemas para mantener los salarios de sus cuatro mil miembros.
Guy Laliberté, su propietario y fundador hace tres décadas, hizo pública su intención de conseguir un socio estratégico que lo ayude a financiar este hermoso y caro proyecto.
Laliberté posee el 90 por ciento de las acciones del legendario grupo, valorado en dos mil millones de dólares, y el resto responde a los fondos de inversión de una inmobiliaria de Dubai.
Ahora el actual dueño pretende quedarse con el 10 por ciento de participación, algo que inquieta a todo Québec, que podría perder a uno de sus símbolos y principales atractivos.
Algunos políticos locales llamaron a los inversores de Québec a poner dinero para que la sede social y las principales actividades del Cirque permanezcan en esta meca de la francofonía.
De hecho, el Cirque du Soleil nació gracias a una ayuda pública de 900 mil dólares y recibió múltiples subvenciones hasta 1992, pero en 2012 dejó de generar beneficios y la situación luce gris.