Pruebas de canibalismo sexual: «Femme Fatale» Mantis religiosas

Foto crédito: Mantis macho decapitada / Macquarie Universit

En una de las más espectaculares pruebas de canibalismo sexual, las mantis religiosas machos pueden llegar a perder sus cabezas mientras copulan con las hembras. Pero recientemente investigadores descubrieron que algunas hembras hambrientas pueden llegar a engañar a los machos, haciéndoles pensar que están cargadas de huevos para ser fertilizados; pero entonces se comen el macho din darle oportunidad alguna de aparearle. ¿Saltarse la cena e ir directo al acto? Para algunas mantis es lo opuesto. El estudio ha sido publicado en Proceedings of the Royal Society B esta semana.

«Ésta es la primera evidencia que apoya la hipótesis de la «Femme Fatale», la cual plantea que las mantis hembras que se encuentran en malas condiciones, podrían deshonestamente seducir a los machos a aparearse con ellas, con el propósito de comérselos», afirmó Katherine Barry de la Universidad Macquarie en un informe reciente.

Investigaciones recientes hallaron que las mantis hembras saludables y bien alimentadas, tristemente pueden llegar a seducir a los machos, simplemente con el propósito de consumirlos como alimento. Pero las hembras hambrientas obtienen la mejor ganancia de este malicioso truco. Para entender mejor este sistema del as bajo la manga de las hembras, Barry recogió 100 mantis falsas de jardín (Pseudomantis albofimbriata) de varios lugares al rededor de Sídney.
Al rededor de 6 semanas, a 24 horas les asignaron un régimen de alimentación de una hora: bueno, medio, pobre, o muy pobre. Entonces prepararon jaulas cilíndricas que contenían dichas hembras en grandes instalaciones en el interior del campus de la universidad; las jaulas fueron cubiertas con dos capas de malla para que no se pudieran ver los unos a los otros; pero las señales químicas que producían si podían transmitirse. Después Barry liberó machos adultos vírgenes en la zona. De los 78 machos liberados, 55 de ellos fueron hallados en las jaulas. El número específico de machos encontrados en las determinadas jaulas, fue tenido en cuenta como un indicador de las atracción femenina.
Las hembras hambrientas no son muy apetecidas por los machos, ya que producen menos huevos y son más agresivas, sin embargo las hembras «muy pobres» atrayeron significativamente más machos en total, que las hembras con otro tipo de alimentación.
Barry piensa que las hembras hambrientas tienen la capacidad de atraer muchos pretendientes usando la decepción química. Tienen la posibilidad de incrementar la calidad o cantidad de la emisión de feromonas. Fabricar y liberar feromonas no es nada fácil, pero alimentarse de un macho engañado mejora la condición del cuerpo en un 33% y la fecundidad en un 40%.

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