Según las estimaciones del informe, alrededor de 900 migrantes y solicitantes de asilo se refugian en la zona de Calais, pero muchos de esos campamentos a lo largo de la costa norte del país carecen de servicios sanitarios y tienen condiciones inhumanas.
El grupo de expertos de la ONU pidió a las autoridades francesas proporcionar urgentemente servicios de agua y saneamiento, así como refugios de emergencia con las condiciones mínimas para vivir.
Más mil 250 migrantes y solicitantes de asilo viven ahora en Calais, Grande-Synthe, Tatinghem, Dieppe y otros sitios del área sin tener acceso a un refugio adecuado, agua potable y baños o instalaciones de lavado, denunciaron los relatores independientes del organismo multilateral.
Si bien se adoptaron medidas temporales dirigidas a paliar el problema, preocupa que por cada paso adelante, se den dos pasos hacia atrás, expresó el relator especial de la ONU sobre derechos humanos, Léo Heller.
Hace falta mucha más atención a este tema por parte de las autoridades nacionales e internacionales, añadió.
Por su parte, el relator especial sobre los derechos de los migrantes, Felipe González, llamó la atención con respecto al establecimiento de políticas migratorias cada vez más regresivas.
Mientras tanto, muchos migrantes, desplazados y refugiados viven en condiciones infrahumanas, subrayó.
«Los derechos de los migrantes, independientemente de su condición, deben ser respetados, incluido el acceso a una vivienda adecuada, educación, atención médica, agua y saneamiento», añadió.
Al privarlos de sus derechos o hacer que el acceso sea cada vez más difícil, Francia viola sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, recalcó González.
Los expertos independientes de la ONU también expresaron su preocupación por el acoso e intimidación a voluntarios y miembros de organizaciones no gubernamentales que proporcionan ayuda humanitaria a los migrantes.
En ese sentido, dijeron, Francia también debe cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y proteger el trabajo de defensores y activistas de los derechos humanos.
Los relatores especiales de la ONU son nombrados por el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, para que examinen e informen sobre un tema o situación específica. Esos puestos son honorarios y los expertos no son personal de Naciones Unidas, ni se les paga por ese trabajo.
ocs/ifb
El grupo de expertos de la ONU pidió a las autoridades francesas proporcionar urgentemente servicios de agua y saneamiento, así como refugios de emergencia con las condiciones mínimas para vivir.
Más mil 250 migrantes y solicitantes de asilo viven ahora en Calais, Grande-Synthe, Tatinghem, Dieppe y otros sitios del área sin tener acceso a un refugio adecuado, agua potable y baños o instalaciones de lavado, denunciaron los relatores independientes del organismo multilateral.
Si bien se adoptaron medidas temporales dirigidas a paliar el problema, preocupa que por cada paso adelante, se den dos pasos hacia atrás, expresó el relator especial de la ONU sobre derechos humanos, Léo Heller.
Hace falta mucha más atención a este tema por parte de las autoridades nacionales e internacionales, añadió.
Por su parte, el relator especial sobre los derechos de los migrantes, Felipe González, llamó la atención con respecto al establecimiento de políticas migratorias cada vez más regresivas.
Mientras tanto, muchos migrantes, desplazados y refugiados viven en condiciones infrahumanas, subrayó.
«Los derechos de los migrantes, independientemente de su condición, deben ser respetados, incluido el acceso a una vivienda adecuada, educación, atención médica, agua y saneamiento», añadió.
Al privarlos de sus derechos o hacer que el acceso sea cada vez más difícil, Francia viola sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, recalcó González.
Los expertos independientes de la ONU también expresaron su preocupación por el acoso e intimidación a voluntarios y miembros de organizaciones no gubernamentales que proporcionan ayuda humanitaria a los migrantes.
En ese sentido, dijeron, Francia también debe cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y proteger el trabajo de defensores y activistas de los derechos humanos.
Los relatores especiales de la ONU son nombrados por el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, para que examinen e informen sobre un tema o situación específica. Esos puestos son honorarios y los expertos no son personal de Naciones Unidas, ni se les paga por ese trabajo.
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