Es un hecho que la reforma fiscal es de puro nombre porque al final del día es meramente una miscelánea, cuyo único objetivo es recaudar urgentemente dinero para que el gobierno federal tenga recursos y seguir manteniendo a flote los programas sociales e infraestructura de comunicación.
La propuesta de eliminar el Impuesto Empresarial Tasa Unica, de ninguna manera significa bajar el ingreso a la federación, porque éste se trasladó al Impuesto Sobrela Renta, generalizando el mismo porcentaje sin importar el régimen fiscal, además de que el por ciento que venía cobrando, lo incrementó, presentándose lo clásico de muchos gobiernos que quitan en un renglón, pero le suben a otros, cargando siempre lo mismo a los mismos.
La publicidad para la aceptación de los mexicanos creyeran el concepto de reforma fiscal como beneficio social es quitarles a los que más tienen, como si realmente fuera muy significativo el grupo de quienes están dentro de este sector privilegiado fácil de contar: Carlos Slim Helú, Alberto Bailléres y familia de Industrias Peñoles, Germán Larrea Mota Velasco de Grupo México, Ricardo Salinas Pliego y familia, Eva Gonda Rivera y familia accionistas de Coca-Cola Femsa, Jerónimo Arango de Walmart , Daniel Servitje Montull y familia del Grupo Bimbo y Emilio Azcárraga Jean.
En resumen la carga fiscal sigue siendo para el mismo sector, es decir, a la clase media trabajadora que se encuentra en cualquiera de sus modalidades registrado fiscalmente, los que pagarán los platos rotos. Ya que está comprobado por donde le busquen la dizque reforma fiscal no está hecha para aumentar la base de contribuyentes, sino trabajarán con los mismos y cada vez más desaparecidos tributarios.
En lugar de buscar el incentivo fiscal para quienes en la actualidad se mantienen en cualquier régimen de contribuyente tal parece que se diseñó para desalentar al sector productivo, prestadores de servicios, profesiones y muy en particular al educativo con la pretensión de gravar con impuestos las escuelas particulares.
Mucho se ha dicho que la educación es el pilar fundamental del desarrollo del país, pero del dicho al hecho hay mucho trecho porque ésta cacería de brujas de sacarle dinero a los ricos o los que más tienen, está muy mal encauzada porque quienes pagan escuelas particulares en su mayoría pertenecen a un sector de clase media el cual hace el esfuerzo para pagar colegiaturas con la esperanza de que sus hijos reciban mejores estudios y con mayor calidad.
El gobierno federal debería de premiar aquellos padres que hacen ese esfuerzo de mantener a sus hijos en escuelas privadas en lugar de castigarlos porque no hay que desconocer que gracias a ellos están haciendo una gran aportación al cubrir un porcentaje de la demanda de estudios que reciben nuestros hijos ya que sin éstas instituciones educativas particulares resultaría imposible para la federación la obligatoriedad de proporcionarles estudios no teniendo la cobertura suficiente para la población estudiantil.
Dentro de la campaña del gobierno federal de pagar los que más tienen, curiosamente quedaron exentos a cualquier reforma los 500 diputados federales que le cuestan a los mexicanos por encima de los nueve mil millones de pesos al año, más su bono y con cargo al mismo presupuesto legislativo el 12 por ciento para su ahorro, más el pago mensual para ayuda ciudadana y otra por asistencia legislativa ambos ingresos no obligados a rendir cuentas. No siendo suficiente reciben gratis pero con cargo a nuestros impuestos seguro de gastos médicos mayores para ellos mismos y descendientes familiares, boletos de avión y sin olvidar aguinaldo, vacaciones, gasolina y para rematar su bono de retiro arriba del millón y medio de pesos, obviamente a cargo de los contribuyentes. Todos los partidos sin importar sus diferencias o colores disfrutan de los mismos beneficios. Eso sin considerar a los 128 Senadores del país.
Ese mismo grupo de los “500”son quienes están pensando en las reformas con un sentido social y el hacer una reforma justa en donde quienes ganen más ahora si van a pagar. Candil de la calle, oscuridad de su casa, reza viejo proverbio, porque para pregonar igualdad con sentido humano empezarían con reducir la cantidad de diputados federales siendo México el país que cuenta con demasiados representatividad en una Cámara con sueldos y prestaciones mejor pagadas en el mundo que ni siquiera los tienen las grandes potencias mundiales, es decir, estamos hablando que en el país existe un total de 628 representantes que con dinero del pueblo mexicano mantienen una vida de lujo que bien equivale a la manutención de 10 mil quinientas familias con un promedio de 6 mil pesos mensuales como ingreso. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org