CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- «Soy afortunado por tener un país lleno de ritmos diferentes, etnias diferentes que tienen ritmos diferentes. Nací en medio de esto y crecí con eso. Imagínate, estoy creciendo pacientemente por diferentes ritmos en mi mente. Es por eso que decidí ser baterista. Esos ritmos siempre regresan, pasan mi mente y los uso cuando deseo. Eso es lo que me hace diferente a otros bateristas», comentó el percusionista Tony Allen.
De adolescente fue velador de una estación de radio, así que por las noches tenía todos los instrumentos para él solo, pero fue atrapado por la batería.
Ese es el inicio de Tony Allen, uno de los mejores percusionistas de África y también, uno de los más reconocidos a nivel mundial. Tony Allen, quien ha colaborado en infinidad de proyectos y agrupaciones del mundo, ha venido a la Alhóndiga de Granaditas, lleno de ritmos del continente madre.
«Creo que la única forma es ser flexible, ser más estructurado con la entrega, ¿sabes a qué me refiero? Y luego escucha a la batería ¿me entiendes? Porque la mayoría de los percusionistas toca muy fuerte, y cuando tocas fuerte, sólo cuentas».
Tony Allen, quien acaba de publicar su autobiografía contó todo, desde el inicio de su vida como músico hasta todos los encuentros y desencuentros con músicos del rock, del jazz, de eso llamado world music. Pero también hay enseñanzas de vida pues Tony, desea mostrarle a la mayor cantidad de personas sus conocimientos y habilidades.
«Mi consejo siempre es: Relájate. Cualquier cosa que hagas relájate y entrégate, así tendrás más cosas que podrías usar».
Allen, de 73 años de edad, vive en París. Y le molesta que las culturas africanas no sean motivo de proyectos culturales en ese continente.
«Todo viene de las administraciones y del sistema, no les importa la cultura, hay Ministerios de Cultura pero no hacen nada por nuestra cultura».
Porque los países por sí mismos no les importa un carajo la música. Sólo está la mente, la música es secundaria. Por eso no les importa qué es lo que la música hace por la gente, concluyó el músico.