Moscú, 26 oct (PL) La directora general de la Oficina de la Zona Especial cubana de Desarrollo del Mariel (ZEDM), Ana Teresa Igarza, resaltó hoy aquí el interés del Gobierno y el empresariado ruso de invertir en ese territorio.
Tras participar en la oncena reunión de la Comisión Intergubernamental para la Cooperación Económico-Comercial y Científico-Técnica ruso-cubana, la titular de la referida entidad adscrita al Consejo de Ministros de la isla expresó satisfacción.
Percibimos una buena respuesta en temas de energía, renovable fundamentalmente, de transporte, incluida la parte de puertos, aunque es un sector en el que falta avanzar, pues solo estamos trabajando ahora en la terminal de contenedores, declaró a Prensa Latina.
La responsable de la administración y control de las actividades del área de 465 kilómetros cuadrados ubicada a solo 45 kilómetros al noroccidente de La Habana, recordó, sin embargo, que la red portuaria en las proximidades del poblado de Mariel ofrece oportunidades.
El proyecto llevará una terminal agroalimentaria, una multipropósito, una «roll-on-roll-off» (para todo tipo de buque, o barco, que transporta cargamento rodado, tanto automóviles como camiones), que puede ser desarrollada también por las autoridades rusas y sus empresarios, subrayó.
Agregó que la parte rusa también indagó sobre la creación de infraestructura vial y eléctrica y otros temas como la biotecnología, la informática y las comunicaciones.
En este último caso, contactaron con nosotros empresarios interesados en producir en Cuba fibras ópticas y tecnologías de punta, exportables hacia el resto de la zona, subrayó.
La experta explicó que todas estas iniciativas se corresponden con los objetivos de la ZEDM, en la cual se establece un régimen de políticas especiales para lograr un desarrollo económico sostenible.
Se espera que estas medidas atraigan la inversión extranjera, la innovación tecnológica, la concertación industrial para incrementar exportaciones, sustituir importaciones y generar nuevas fuentes de empleo, enfatizó.
Igarza reiteró que en esta zona se fomentarán y protegerán las empresas, los proyectos industriales, agropecuarios, metalmecánicos, turísticos y todo tipo de actividad permitida por las leyes cubanas.
Nuestra premisa es la utilización de tecnologías limpias y la producción de bienes y servicios de alto valor agregado, sobre la base del conocimiento y la innovación, insistió.
La directora general ratificó la voluntad de lograr que esta sea una zona tecnológica líder en la región, en la cual se controle el cumplimiento de las regulaciones ambientales vigentes en Cuba.
Después estas experiencias podrán ser transpoladas hacia el resto de la economía nacional, comentó al referirse a la cultura empresarial que la ZEDM debe aportar.
Nos proponemos que las entidades que allí se establezcan busquen contrapartes cubanas, y en caso de que sean 100 por ciento extranjeras también trataremos de adoptar sus buenas prácticas, concluyó Igarza.