México, 2 dic (PL) Comisiones del Senado mexicano aprobaron hoy en lo general el dictamen de la reforma política, que será llevado al pleno del órgano legislativo mañana como paso previo para iniciar la discusión de la reforma energética.
El proyecto se aprobó con 29 votos a favor -de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista de México-, dos en contra -del Partido del Trabajo- y cuatro abstenciones, tres del PAN y una de Nueva Alianza.
Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) mantuvo la decisión de no participar en el sufragio de la iniciativa y sus miembros solo se presentaron en la sesión para ratificar su postura en contra del procedimiento.
Antes de la votación, los senadores de la formación de izquierda anunciaron que su partido no regresará al Pacto por México debido a las negociaciones entre el gobernante PRI y el conservador PAN para aprobar la reforma política y luego proceder a dictaminar la energética.
No queremos convalidar un proceso en el que se haga un trueque legislativo de unas reformas por otras; no podemos ser parte de un proceso legislativo, fuera del Senado, en el que se pierde el dominio de la nación sobre el petróleo y la electricidad, señaló el parlamentario perredista Alejandro Encinas.
Frente a miembros de la Cámara alta Encinas resaltó que hay varios puntos del proyecto de dictamen con los que están en contra, y por eso mañana darán batalla en el pleno durante la discusión de la reforma política.
En el dictamen aprobado este lunes en lo general se propone crear un nuevo organismo responsable de los comicios en todo el país, que sustituirá al actual Instituto Federal Electoral, con nuevas atribuciones y una forma distinta de elegir a los consejeros.
Al mismo tiempo, se permite la existencia de gobiernos de coalición, se eleva de un dos a un tres por ciento el umbral para obtener y mantener el registro de partidos políticos, se reduce en dos meses la toma de posesión del presidente electo, y se posibilita la reelección de legisladores y de alcaldes.
La aprobación de la reforma política fue puesta como condición por el PAN antes de poder pasar al debate de la energética, la cual constituye el centro de las medidas estructurales propuestas por el presidente Enrique Peña Nieto y la que más crítica genera en la nación.
El jueves pasado el PRD anunció su retirada de las discusiones de la iniciativa política y del Pacto por México, al denunciar la existencia de tratos secretos entre el PRI y el PAN para aprobar la reforma energética, que comprende la inversión privada en el sector de los hidrocarburos.