Puerto Príncipe, 11 ene (PL) Haití sufrió hace cuatro años un sismo de 7,3 grados en la escala abierta de Richter y hoy persisten múltiples daños asociados a esa catástrofe, la de mayor magnitud durante dos siglos.
Debido al temblor de tierra del 12 de enero de 2010 fallecieron 300 mil personas, casi dos millones quedaron sin viviendas y la capital perdió gran parte de su infraestructura.
En estos momentos, según fuentes oficiales, unos 170 mil damnificados viven en campamentos, donde se exponen a la inseguridad y la vulnerabilidad a los desastres naturales.
Al mismo tiempo, para esas personas resulta mayor el riesgo de contraer enfermedades, entre ellas el cólera, que desde su aparición en octubre de 2010 ha quitado la vida a más de ocho mil haitianos.
De acuerdo con la organización humanitaria Oxfam, persisten retos significativos para continuar la reconstrucción del país más pobre del hemisferio occidental.
Sin embargo, la propia entidad reconoció que el 89 por ciento de la población desplazada dejó los mencionados lugares y se encuentra en mejores condiciones.
Gracias a la determinación de los haitianos y sus autoridades, que hacen constantes llamados a la unidad, y a la ayuda foránea se ha registrado un progreso notable, recalcó.
Por otra parte, datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) precisan que 817 mil personas aún necesitan asistencia humanitaria debido a la inseguridad alimentaria o desnutrición.
Agrupaciones como la Fuerza de Reflexión y Acción sobre la Vivienda cuestionan la voluntad real del Gobierno haitiano para sacar a los damnificados de los campamentos.
Quienes viven allí se hallan en pésimas condiciones, en tiendas de campaña hechas, inicialmente, para durar seis meses, coincidió el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea.
Dos días atrás, el primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, precisó que en 2013 se cerraron más de mil 200 campamentos y fueron reubicadas un millón 300 mil personas.
También, añadió el jefe de Gobierno en un encuentro con reporteros, se produjo la recuperación de prácticamente todos los lugares turísticos del país.
Para el actual año, puntualizó, está prevista la construcción de 10 mil viviendas en aras del beneficio de los sectores más necesitados.
El pasado 1 de enero, el presidente de Haití, Michel Martelly, destacó el valor de la unidad entre sus compatriotas para lograr un mayor desarrollo en el país.
Trabajemos todos juntos, este año debemos tomar el camino de la paz, el diálogo, la estabilidad política, y las elecciones (legislativas y locales), instó el jefe de Estado.
En un discurso en Gonaives, cabecera del departamento de Artibonite, por el aniversario 210 de la independencia haitiana, Martelly recordó que en una nación todos son hermanos más allá de gustos diferentes.