Washington, 1 mar (PL) Declaraciones sobre la situación en Ucrania y Venezuela marcaron en Estados Unidos la semana informativa que hoy concluye.
La movilización de efectivos por Rusia en el oeste y centro de su territorio provocó que Washington amenazara en varias ocasiones a Moscú con una posible represalia, si bien evitó detallar cómo respondería.
El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, llamó este viernes al canciller ruso Sergei Lavrov a quien advirtió que cualquier movilización militar en Crimea «podría ser mal interpretada en este momento», detalló una nota del departamento de Estado.
La república autónoma de Crimea aloja en Sebastopol la base de la Flota rusa del Mar Negro.
El presidente Vladimir Putin puso en alerta a mediados de semana las unidades de los Distritos Militares Central y Oeste de Rusia, debido a la realización de un ejercicio que no guarda relación alguna con los acontecimientos en Ucrania, según explicó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
El martes, Washington ordenó la expulsión de tres diplomáticos venezolanos en represalia por la decisión del presidente Nicolás Maduro de declarar persona non grata a tres funcionarios consulares estadounidenses, acusados de mantener estrechos vínculos con la derecha y financiar y fomentar tentativas de sabotaje para desestabilizar al país sudamericano.
También la víspera, Kerry anunció durante un encuentro en esta capital con la canciller colombiana María Ángela Holguín, que ambas naciones «trabajan con otros países» para lograr algún tipo de mediación por los sucesos en Venezuela, si bien ambas partes se abstuvieron de ofrecer otros detalles.
Desde hace varias semanas, el gobierno de Maduro enfrenta una intentona golpista estimulada por grupos radicales que impulsan la desestabilización económica y la violencia callejera, la cual cuenta con el amparo y respaldo de la administración del presidente Barack Obama, según denunció Caracas de manera reiterada.
También esta semana, cortes federales revocaron en Virginia y Texas -precedidos por Utah y Oklahoma-, las prohibiciones al matrimonio homosexual, mientras que la gobernadora de Arizona vetó un proyecto de ley que autorizaba a los negocios del estado negarse a brindar servicios a gays y lesbianas alegando razones religiosas.
Tales acciones suponen nuevas victorias para los activistas por los derechos de los gays, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales.
El apoyo a los matrimonios homosexuales en Estados Unidos aumentó significativamente en la última década, del 32 por ciento en 2003 -cuando Massachussets se convirtió en el primer estado en legalizar dichas uniones-, al 53 por ciento el año pasado, según una encuesta nacional divulgada el miércoles.