Detectan un «río» de hidrógeno intergaláctico

Usando el radiotelescopio GBT que la Fundación Nacional estadounidense de Ciencia tiene en Virginia Occidental, se ha descubierto lo que podría describirse como un río de hidrógeno que fluye a través del espacio, así lo señalo el portal noticiasdelaciencia.com. Este filamento de gas, muy etéreo y de escasa luminosidad en el espectro electromagnético, fluye hacia la cercana galaxia NGC 6946 y puede ayudar a explicar cómo ciertas galaxias espirales mantienen constante su ritmo de formación de estrellas.

El gas que sirve de materia prima para la formación de estrellas tiene que venir de alguna parte. Hasta ahora, sin embargo, los astrónomos han detectado sólo el 10 por ciento de lo que sería necesario para explicar lo que se observa en muchas galaxias. La teoría más aceptada es que hay «ríos» de hidrógeno que transportan esta materia prima estelar a través del espacio intergaláctico, alimentando de una forma difícil de observar, la formación de estrellas. Sin embargo, tales ríos no son fáciles de percibir. En el caso del ahora descubierto, es demasiado difuso como para poder haber sido detectado en las inspecciones previas del firmamento. Solo ahora se ha conseguido vislumbrarlo.

Las galaxias espirales, como la nuestra, la Vía Láctea, por lo general mantienen un tranquilo pero constante ritmo de formación de estrellas. Otras, como NGC 6946, que se encuentra a unos 22 millones de años-luz de la Tierra, son mucho más activas, aunque no lleguen al nivel de las galaxias con los episodios más extremos de proliferación masiva de nuevas estrellas. Esto plantea la cuestión sobre qué es lo que está alimentando la formación sostenida de estrellas en esta galaxia y en galaxias espirales similares.

Estudios anteriores del vecindario galáctico alrededor de NGC 6946 revelaron un extenso halo de hidrógeno (un rasgo comúnmente observado en las galaxias espirales, que puede estar formado por hidrógeno expulsado del disco de la galaxia por los efectos derivados de la intensa formación estelar y por las explosiones de estrellas en forma de supernova). Sin embargo, el río de hidrógeno provendría de una fuente de hidrógeno completamente diferente: El gas del espacio intergaláctico, que nunca ha sido calentado a temperaturas extremas por el proceso de nacimiento de las estrellas de la galaxia o por las supernovas galácticas.

Mediante el GBT, el astrónomo D.J. Pisano, de la Universidad de Virginia Occidental, fue capaz de detectar el «brillo» en la banda de las ondas de radio emitido por el hidrógeno neutro conectando a NGC 6946 con sus vecinos cósmicos. Esta señal estaba por debajo del umbral de detección de otros instrumentos de observación. Las capacidades únicas del GBT, incluyendo su inmenso plato receptor, le permitieron detectar esta tenue señal de radio.

Los astrónomos siempre han teorizado que las galaxias más grandes podrían recibir un flujo constante de hidrógeno frío, absorbiéndolo de sus vecinas menos masivas. El río de hidrógeno ahora detectado podría ser la demostración de esa teoría.

 

Imagen: La región en la que se ha detectado el «río» de hidrógeno. En color rojo, se marcado el extenso halo de hidrógeno extremadamente difuso que conecta a la galaxia NGC 6946 con sus compañeras. (Imagen: D.J. Pisano -WVU-; B. Saxton -NRAO/AUI/NSF-; Observatorio del Monte Palomar ­ Space Telescope Science Institute 2nd Digital Sky Survey -Caltech-; Westerbork Synthesis Radio Telescope)

 

Foto e infomración del sitio noticiasdelaciencia.com

Deja tu comentario