Empleados de cadenas de comida rápida en EE.UU. proyectan huelgas

Washington, 8 may (PL) Empleados de cadenas de comida rápida prevén efectuar huelgas la semana próxima en más de un centenar de ciudades de Estados Unidos y protestas en 30 países, como parte de reiterados reclamos para lograr un aumento salarial.
Trabajadores de docenas de países en todos los continentes se unen al creciente movimiento por un mejor salario y derechos laborales en restaurantes como McDonald’s, Burger King, Wendy’s y KFC, destacaron los organizadores este miércoles durante una conferencia de prensa en Nueva York.
La convocatoria a la jornada de paro y reclamos proyectada para el próximo 15 de mayo fue lanzada por la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines, destacó el diario USA Today.
Filadelfia, Sacramento, Oakland, Raleigh, Miami y Orlando son algunas de las ciudades estadounidenses donde se esperan movilizaciones, al igual que en Italia, Marruecos y Brasil, entre otras naciones.
El personal de las cadenas de comida rápida en Estados Unidos cobra 7,25 dólares por hora y a diferencia de sus colegas de otros establecimientos gastronómicos no reciben propinas.
Ese sector en julio, agosto y diciembre pasados también protagonizó intensas protestas por las mismas mejoras salariales y en esa ocasión recibió el apoyo de activistas, organizaciones sociales y legisladores demócratas.
Sus líderes denunciaron entonces que mientras la industria de la comida rápida está en auge, obtiene ganancias de hasta 200 mil millones de dólares al año y tiene perspectivas de crecer en un 12 por ciento en 2018, los trabajadores están al borde de la pobreza con sueldos bajos que no les alcanzan para vivir.
En marzo, grupos sindicales y cientos de trabajadores de la cadena McDonald’s protestaron en una treintena de ciudades estadounidenses y acusaron a la empresa de robarles su salario de diferentes maneras.
La corporación se comprometió a investigar esas alegaciones y adoptar las medidas necesarias contra los responsables.
Desde fines de 2012, estas protestas han atraído la atención de los medios a nivel nacional y servido como significativo telón de fondo para el esfuerzo del presidente Barack Obama por mejorar los salarios de los trabajadores.
La Casa Blanca se ha enfrascado en una cruzada en el Congreso para elevar el salario mínimo federal a 10,10 dólares por hora, con el objetivo de cerrar la creciente desigualdad económica calificada como el principal desafío que enfrenta la mayor potencia del mundo.
El mandatario sostiene que la iniciativa, con el frontal rechazo de la oposición republicana, dispone de apoyo mayoritario entre los ciudadanos y, de ser aprobada, beneficiaría a más de 28 millones de personas.

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