Cuántos de nosotros hemos escuchado la conocida frase “de la moda lo que te acomoda” y por lo general siempre es aplicado en la manera de vestir o haciendo referencia a ello de usar aquello que haga lucir bien, es decir, algo a la medida a tu complexión y aspecto física acorde a tu edad.
Esta referencia no solo debe de usarse en cuestiones de la industria de la moda, sino también en las políticas estructurales de cada país. En apariencia la obligatoriedad del uso de la factura electrónica en nuestro país pareciera único y como una idea exclusiva de Enrique Peña Nieto, pero contrario a lo que se piensa es una nueva moda utilizada exclusivamente en los países latinoamericanos como medida para recaudar fondos a los gobiernos de cada país en donde tanto los compradores y vendedores, sin importar su giro, registran las facturas con las autoridades fiscales cada vez que realicen una transacción.
Este dizque liderazgo de México en querer impulsar la política de facturación electrónica fue motivada por otros países de América Latina en donde Chile fue el pionero en el uso de ellas hace más de una década, siguió Brasil y Argentina donde también lo impusieran como obligatoriedad de los contribuyentes. Posterior a México se preparan para hacer lo mismo en Guatemala, Ecuador, Uruguay y Perú.
La justificación perfecta en el caso de México fue la pérdida de más de 3,400 millones de pesos entre 2007 y2009 ala facturación apócrifa. Pero no por entrar a la moda significa que se recaudará más dinero y lo que en un momento una buena pretensión de hacer sentir el estado de derecho para los contribuyentes, siempre es más fácil proyectarlo en el papel que en los hechos en donde en la práctica es evidente que los afectados ante éstas políticas es mayor, que los beneficios teniendo como único resultado que la propia política de Enrique Peña Nieto, se está dando palo el mismo, como se diría coloquialmente, porque ante la imposibilidad de que todos los contribuyentes logren el registro ante el SAT, los resultados a la vista por ahora es que se registra menos ingreso por impuestos.
Amplificando la situación existen más de 3 millones y medio de ejidatarios en el país imposibilitados de registrarse al nuevo régimen fiscal. Hablando específicamente para los pequeños productores quienes no cuentan con asesoría contable, cuentas bancarias y menos con una computadora con acceso a Internet, considerando que ni las escuelas rurales tienen éstas herramientas para el progreso y nueva calidad de educación planteada en ésta administración federal.
Muy a pesar de estar todos consientes de la situación por la que pasa el campo mexicano; lo que se escribió en papel en la reforma hacendaria, en la práctica está dejando fuera a los pequeños productores por no tener las condiciones para darse de alta ante el Registro Federal de Contribuyentes y hacer oportunamente la presentación de la declaración mensual y como órdenes; son órdenes, las secretarías de Agricultura y de Desarrollo Agrario les están solicitando que cumplan los requisitos tributarios para que los campesinos tengan acceso a los programas oficiales.
Y no es para menos la preocupación en el campo, que muchas de las veces quienes vivimos en el área urbana nos olvidamos de ellos porque nos absorben más nuestros problemas fiscales, pero en especial éste sector a través de la historia han sido los que han pagado un precio muy alto y que solo son recordados en tiempos electorales. Ante ésta situación las dependencias de los tres niveles de gobierno acatando las órdenes del gobierno federal y aprobado por aquellos quienes dicen que son representantes del pueblo, es decir, los diputados aprobaron la reforma hacendaria sin pensar en el campo, ahora les exigen las facturas electrónicas para que se les otorguen los recursos o beneficios de los diferentes programas.
Programas como Procampo y Pro Agro dela SAGARPApor darle cumplimiento a la ley fiscal los pequeños productores tendrán que cumplir con sus declaraciones fiscales y facturas electrónicas que comprueben en qué gastó el producto resumiéndose todo en más burocratización.
Entrar en una moda en materia fiscal junto con el resto de los países latinoamericanos no es un problema sino las condiciones fiscales y montos a pagar a las autoridades de cada país es una variante distinta en cada uno de ellos en donde no solo basta con imitar a quienes han implementado la factura electrónica, sino en nuestro caso se está entorpeciendo la productividad y cometiendo una violación a los derechos de los contribuyentes al no reconocer las condiciones económicas, sociales y culturales en las que se desarrolla el sector primario. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org