Lima, 29 may (PL) Un juez dispuso hoy la detención del sustituto del encarcelado expresidente (gobernador) de la conflictiva región peruana Áncash, César Álvarez, por su participación en uno de los casos de posible corrupción investigados en ese territorio.
El nuevo gobernador, Florencia Román, quien asumió el cargo hace solo unos días ante la detención de Álvarez, acusado de encabezar una red criminal y corrupta y haber mandado matar a un rival político, debe ser detenido, según ordenó el juez Richard Concepción Carhuancho.
La orden fue dictada bajo fuerte presión mediática e intentos conservadores de vincular a Álvarez con el presidente Ollanta Humala y dirigentes de su partido, debido a que el grupo político regional de Álvarez, como decenas de organizaciones, apoyó en la segunda vuelta electoral al actual mandatario, en 2011.
En una insólita prolongada audiencia que se prolongó hasta esta madrugada en la ciudad ancashina de Chimbote -a 440 kilómetros al norte de aquí- el magistrado accedió al pedido del fiscal de detención de Román, acusado de peculado y asociación ilícita para delinquir.
El funcionario, al igual que Álvarez y otros implicados, fue incluido en el llamado «caso la centralita», un centro de producciones de video y audio que servía a la propaganda de Álvarez y en el que según la acusación se pagaban sobornos a periodistas, entre otras actividades. Román dijo ser inocente y consideró injusto que se ordene su detención solo porque, según dijo, fue al citado local un par de veces a sesiones fotográficas para afiches y no por nada ilegal, aunque señaló que se entregará para evidenciar que no tiene culpa.
Entre los detenidos por el caso figura Martín Belaúnde, empresario que colaboró estrechamente con el presidente Humala en su primera campaña electoral presidencial de 2006 y dueño de la productora instalada en el local de «la centralita», cuyo arriendo pagaba.
El empresario adquirió en 2007 el diario La Primera, de centro-izquierda y apoyó la campaña que llevó a Humala a la presidencia en 2011, aunque hace varios años que cesó su relación con el matutino.
Belaúnde no compareció en la audiencia judicial y en entrevistas periodísticas solo ha admitido que en el citado local funcionaba su empresa que hacía trabajos de producción y edición.
Ha dicho además que daba servicios gratuitos a Álvarez, a quien señala como su amigo, como una especie de demostración, con miras a obtener contratos de difusión con su administración y otros gobiernos regionales.
También ha negado tener contactos con el presidente Ollanta Humala y dice haberse dedicado a actividades empresariales.