San Juan, 9 jul (PL) El director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James B. Comey, rehusó hoy ofrecer detalles en torno a los reclamos de justicia por el asesinato hace 35 años del independentista cubano-puertorriqueño Carlos Muñiz Varela.
«Investigamos en secreto», advirtió Comey a los periodistas al ofrecer una conferencia de prensa rodeado de funcionarios federales y locales antes de regresar a Estados Unidos después de una visita a San Juan que inició en la víspera.
Argumentó, al rechazar discutir el caso públicamente, que el FBI mantiene ese proceder «para proteger a los inocentes y para que los culpables no sepan que vamos tras ellos».
Carlos Muñiz Pérez, quien tenía cuatro años de edad cuando mataron a su padre, ha denunciado en varias ocasiones que la policía federal de Estados Unidos tiene identificados a los autores intelectuales y materiales de ese crimen desde que fue perpetrado en 1979, pero se ha negado a colaborar con el Ministerio de Justicia de Puerto Rico para su procesamiento.
Muñiz Varela, de 25 años de edad, cayó acribillado a balazos en una emboscada tendida cerca de la casa de su madre en el vecino municipio de Guaynabo, por un comando de la ultraderecha cubana en momentos en que impulsaba viajes familiares a Cuba como parte de la reunificación de la familia dividida por la propaganda en contra de la Revolución Cubana.
El FBI siempre ha rehusado divulgar información sobre asesinatos políticos de izquierdistas en Puerto Rico, manteniendo protegidos a los autores de esos crímenes, como es el caso de Muñiz Varela o de Santiago Mari Pesquera, cometido tres años antes.
Mari Pesquera, hijo mayor del ya fallecido dirigente socialista Juan Mari Brás, fue muerto de un tiro en la cabeza y aunque se procesó a una persona a la que se atribuyó demencia, investigaciones independientes apuntaron a una conjura de la ultraderecha puertorriqueña-cubana con la protección de las autoridades federales estadounidenses.