Reclaman en Francia asilo político para Snowden

París, 9 jul (PL) Varios diputados franceses apoyaron hoy una iniciativa de la sociedad civil que reclama al gobierno galo concederle el asilo político al exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos Edward Snowden.
Los legisladores, pertenecientes al grupo de estudios Internet y la Sociedad Digital, recibieron en la sede de la Asamblea Nacional a los promotores de una petición en ese sentido lanzada en junio por el semanario L’Express y que ha sido firmada por más de 165 mil personas.
«Nosotros demandamos que Snowden obtenga el asilo constitucional otorgado a aquellas personalidades que combaten por causas universales», declaró el diputado Christian Paul, del gubernamental Partido Socialista (PS).
Junto a él se encontraban Laurence Dumont, también del PS; Patrice Martin-Lalande, de la conservadora Unión por un Movimiento Popular; y Sergio Coronado, de Europa Ecología Los Verdes.
Snowden es perseguido en Estados Unidos por dar a conocer a la prensa el programa de espionaje masivo de los servicios secretos norteamericanos contra los ciudadanos e instituciones de todo el mundo, entre ellos varios mandatarios europeos.
El exanalista de inteligencia estadounidense reside en Rusia con una visa temporal que expirará a finales de julio.
En vísperas de la expiración de su asilo, Snowden presentó los documentos para prolongar su estancia en Rusia, según lo informó hoy su abogado Anatoli Kucherena.
Otros parlamentarios también se han pronunciado por darle un refugio aquí a Snowden, entre ellos las senadoras Catherine Morin-Desailly y Chantal Jouanno y el diputado Yves Jégo.
«Las revelaciones de Snowden muestran que las colectas masivas de informaciones por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos sobrepasan el marco de la lucha contra el terrorismo u otros riesgos geopolíticos», advirtió Jégo.
A favor del refugio del exanalista de la NSA también se han manifestado investigadores, políticos e intelectuales como Edgar Morin, Michel Rocard y Bernard Kouchner.

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