Washington, 2 ago (PL) La Cámara de Representantes finalmente votó un proyecto de ley de 694 millones de dólares para atender lo que el presidente estadounidense, Barack Obama, calificó de crisis humanitaria urgente al referirse a la oleada de niños inmigrantes.
Sin embargo, el resultado no es una victoria legistaliva para el gobernante, porque su propuesta inicial de tres mil 700 millones de dólares fue desestimada.
A su vez, esta nueva versión sancionada anoche (223 votos a favor 189 en contra) -que puede morir en el Senado-, fue impulsada por el ala más conservadora de los republicanos en la Cámara baja.
La oposición aprovechó en un proyecto de ley paralelo a los fondos suplementarios para la crisis fronteriza, votar también en un segundo momento (216-192) para acabar con el programa de Acción Diferida o DACA, ejecutado hace dos años por Obama para frenar las deportaciones de los jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños.
Ambas medidas pasaron después de un intenso debate y negociaciones en tiempo extra, antes de irse a sus vacaciones de verano por cinco semanas, destacan este sábado distintos medios digitales.
El proyecto se plegó a las exigencias de los conservadores del Tea Party, y de la suma se destinarán, entre otros gastos, 35 millones de dólares a gobiernos de los estados fronterizos para el despliegue de la Guardia Nacional.
Pero el dinero recibido es apenas una fracción de esos tres mil 700 millones, así que es poco probable que se convierta en ley.
Antes del sufragio, Obama advirtió que los republicanos del Congreso no querían hacer nada en materia de inmigración para «no dar una victoria» y anunció que actuaría por decreto para tratar de salir del atolladero en la frontera.
Además, lamentó que en vez de trabajar de común acuerdo con los demócratas por un mismo fin, los republicanos en la Cámara de Representantes intentaban pasar «las versiones más extremistas e impracticables de una ley cuando saben que no irá a ninguna parte».
Indicó asimismo, que el Senado no aprobaría eso y si pasa allí «lo voy a vetar. Lo saben. No están intentado resolver el problema», sentenció Obama.
De hecho, el demócrata de Nevada y líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, declaró muerta la iniciativa.
No obstante, los republicanos se atribuyen una victoria y que ahora disfrutarán de su receso de cinco semanas con la tranquilidad de haber tomado medidas para asegurar la frontera, comentó un artículo del diario The Hill.
El Senado, que tiene su propia versión de dos mil 700 millones para la frontera, reanudará su sesión el próximo martes, después de fracasar el jueves último con esta propuesta.
Más de 57 mil niños sin la compañía de adultos, en su mayoría de Centroamérica, han cruzado de forma ilegal a territorio de Estados Unidos desde octubre pasado, lo que representa el doble de la cifra de menores interceptados en la frontera durante 2012 y casi 50 por ciento más que en 2013.
Para el presidente de la Comisión de Adjudicaciones de la Cámara de Representantes, Hal Rogers, Obama «debe tomar el liderazgo y mitigar la crisis, revirtiendo la ola de inmigrantes ilegales y haciendo cumplir las leyes».
Mientras tanto, el proyecto avalado «ayudará a nuestros funcionarios y agencias federales en esta difícil situación en el corto plazo», añadió.
Ciertamente, el monto erogaría recursos que incrementarían la capacidad para deportar a los menores que ingresaron solos al país; además, incluiría una enmienda a la ley de 2008 contra el tráfico de niños.
La semana precedente, el secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, dijo que la agencia de inmigración se quedará sin dinero este mes y la Guardia Fronteriza funcionará hasta septiembre con el actual presupuesto.
Entretanto, alrededor de 68 por ciento de los estadounidenses rechaza la forma en que el presidente Obama enfrenta esta crisis.
Un sondeo de la firma GFK y la Agencia de Noticias Associated Press, mostró que apenas un tercio de los consultados están de acuerdo con los procedimientos seguidos por la Casa Blanca para detener el flujo de niños inmigrantes.