(ng) Al menos 31 personas fueron detenidas en Ferguson después de que las protestas pacíficas se degeneraron en otra noche de caos. Y muchos de los detenidos procedían de lugares tan lejanos como Nueva York y California, dijo el jefe de la policía de caminos de Missouri, Ron Johnson.
El capitán de la corporación, a cargo de la seguridad en el suburbio de San Luis, no proporcionó detalles adicionales, pero su informe confirmó lo que muchos en Ferguson han dicho todo el tiempo: los manifestantes que han generado violencia no son residentes locales.
«No voy a permitir que los criminales que han venido aquí desde todo el país o los que vivan en esta comunidad definan este barrio y definan lo que vamos a hacer como correcto», dijo el jefe policial.
Elegido por el gobernador Jay Nixon para encabezar la operación de seguridad —después que la policía de Ferguson fue criticada por su enfoque de mano dura— el jefe asumió el trabajo la semana pasada.
Pero esos sentimientos contra la policía se han deteriorado mientras las fuerzas de seguridad bajo su mando lanzaron gases lacrimógenos y granadas paralizantes contra manifestantes ruidosos que tiraron piedras y cocteles molotov contra ellos.
Mientras la furia contra la policía crece, los padres de Michael Brown aparecieron en el programa Today de NBC, donde mencionaron que hay una forma para lograr la paz en las calles.
«Justicia», dijo Lesley McSpadden, madre de Brown. «La justicia traerá la paz, así lo creo».