Buenos Aires, 31 ago (PL) La presidenta Cristina Fernández destacó hoy como gran logro tecnológico la terminación del satélite de comunicación Arsat I, el primero diseñado y desarrollado en Argentina, el cual fue enviado a Guyana Francesa para su lanzamiento al espacio.
Eso muestra, escribió en su cuenta de Twitter, «la capacidad de generar tecnología gracias a la inversión del Estado y a los recursos humanos altamente calificados».
Reseñó que este avance ubica a Argentina entre los ocho países en el mundo con capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat-1, e indicó que esto sucede después de ocho años de investigación y desarrollo.
Todo esto no es milagro ni suerte, tampoco viento de cola. Es voluntad política, decisión de gobierno y política de Estado. No tengas dudas, afirmó la mandataria.
Refirió que el Reino Unido estaba detrás de una de las dos posiciones o niveles geoestacionarios que pudo retener Argentina y agregó que, de esta manera, nuestro país se suma al selecto club de países que producen este tipo de satélites, Estados Unidos, Rusia, China, Japón Israel, India y la Eurozona….».
Fernández explicó que ARSAT I brindará entre otros servicios para Argentina y el resto del continente americano, la distribución de televisión digital abierta (TDA), ofrecerá Internet y participará en telefonía celular para reemplazar conexiones en lugares donde no las hay y cubrir zonas aisladas.
La jefa de Estado recordó que antes de la asunción en 2003 del extinto Néstor Kirchner, la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas Y como esa firma privada empezó a tener problemas de sustentabilidad quedaron en riesgo de perderse esas dos posiciones orbitales.
El Estado decidió entonces tomar esoS activos y así se creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (ARSAT), acotó.
Rememoró que «Néstor (Kirchner)tomó la decisión estratégica de recuperar la gestión del espacio radioeléctrico -cedida en los noventa a la francesa Thales Spectrum y anuló la concesión de la posición orbital 81 a la empresa Nahuelsat, frente al riesgo de perderla por falta de uso».