La Secretaría de la Defensa Nacional quiere renovar sus alas.
La dependencia registró entre julio y agosto seis proyectos de inversión que suman más de 13 mil millones de pesos, para comprar un jet ejecutivo Bombardier para el Alto Mando, así como cambiar flotas de varios escuadrones, aviones de transporte de personal, aviones para adiestramiento y autotanques de combustible.
La Sedena cuenta con un fideicomiso para este tipo de compras, pero al cierre de junio, su saldo era de sólo 3 mil 998 millones de pesos, por lo que necesariamente requerirá fondos presupuestales autorizados por la Cámara de Diputados para concretar los proyectos.
Los nuevos proyectos incluyen la compra de un jet ejecutivo Challenger, fabricado por la empresa Bombardier, valuado en 438 millones de pesos, unos 33 millones de dólares, que se destinará a la Unidad de Transporte Aéreo del Alto Mando.
También la compra de dos aviones tácticos de transporte Casa C-295 valuados en mil 636 millones de pesos, para el Escuadrón Aéreo 301, especializado en respuesta a desastres naturales.
Otros 6 mil 274 millones de pesos, pagaderos en anualidades hasta 2029, irán a compras para reemplazar los aviones Pilatus PC-7 de entrenamiento que operan los escuadrones aéreos 201, 203 y 204 con sede en Quintana Roo, Baja California y Sonora.
La versión pública del proyecto no detalla con qué aeronaves se reemplazará a los Pilatus, pero es probable que será con modelos más grandes y costosos, pues un PC-7 nuevo solo cuesta alrededor de 52 millones de pesos y el monto comprometido alcanzaría para 120 unidades.
La Escuela Militar de Aviación en Zapopan, en tanto, pidió 2 mil 554 millones de pesos para sustituir aviones Cessna C-182 y Aermacchi SF 260.
También para este proyecto se contemplan pagos parciales durante quince años.
El Escuadrón Aéreo 402, con sede en la Base Aérea Militar Número Dos en Ixtepec, Oaxaca, requiere «activos» por 2 mil 30 millones de pesos, pagaderos entre 2014 y 2015.
«El equipo existente es considerado obsoleto, con antigüedad promedio de 30 años, repercutiendo en su operatividad y disponibilidad debido a los requerimientos de mantenimiento, que incrementan su permanencia en tierra por inspecciones mayores», explicó la Fuerza Aérea en el proyecto de inversión enviado a la Secretaría de Hacienda.
Similares argumentos justifican las demás compras, incluida otra de 104 millones de pesos para 22 vehículos cisterna que suministrarán turbosina en las bases aéreas.