Inaceptable, por decir lo menos, calificó Eloí Vázquez, el cobarde atentado en contra del director del periódico Despertar, Felipe Martínez López, sufrido en su propio domicilio la madrugada del sábado anterior.
“Me solidarizo con el periodista totalmente, la libertad de prensa debe ser inviolable y es inconcebible que si existen anomalías e irregularidades de funcionarios públicos, pretendan callar sus acciones con la amenaza y violencia. Además de que se atenta contra ella cuando se agrede en su persona o en sus bienes a un periodista, sea de la ideología que sea. Este hecho representa un claro mensaje de intolerancia contra la crítica y el ejercicio periodístico, tan en boga a últimas fechas en lo que va de este sexenio”, expresó Vázquez López.
“No debemos permitir que se caiga en la persecución o en la intimidación para quienes se atreven a investigar e informar a los ciudadanos, cuando un representante popular o funcionario ejerce equivocadamente su encargo y los recursos del erario público, causa común en algunos estados de la República”, mencionó el Comisionado Político Nacional del PRD.
“Y por supuesto, me sumo a su convocatoria para poner un alto al espíritu autoritario que sigue en el ambiente oaxaqueño, mismo que continúa pertrechado ocultando sus fechorías. Es momento de frenar a quienes al parecer, han encontrado el camino para acallar las voces que no les gustan y ya no permitir que un comunicador más sea blanco de la violencia”, continuó Eloí Vázquez.
Abundó en que con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de México en 2012 no cambió en nada la situación de la libertad de información en el país. Nuestro país sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas. En la última década han sido asesinados más de 80 periodistas y 17 han desaparecido. Asimismo, ciertos medios de comunicación frecuentemente son blanco de ataques armados y de amenazas, y aunque principalmente la mayoría se presenta en el norte del país, la problemática se está extendiendo hacía el sur.
Destacó que en 2012, el Senado de la República aprobó una reforma constitucional que permitía a las autoridades federales atraer bajo su jurisdicción los crímenes y delitos que atentan contra la libertad de informar o el ejercicio del periodismo. Esta reforma permitió la creación del Mecanismo para la Protección de Periodistas y de Defensores de los Derechos Humanos, el cual sigue siendo criticado por sus deficiencias.
Por último, se refirió a un dato revelador, en el que en su opinión, se debe de poner más atención para profundizar en ésta creciente problemática, los lazos fuertes entre las autoridades y los medios de comunicación que son perjudiciales para la independencia y la transparencia informativa.
El paisaje mediático mexicano se caracteriza, entre otras cosas, por su falta de pluralismo, ya que Televisa y TV-Azteca poseen el 90% de las concesiones de televisión abierta y de paga. Y con respecto a las numerosas radios comunitarias, a menudo siguen careciendo de una frecuencia legal, por lo que sufren persecuciones, concluyó.