Santiago de Chile, 10 sep (PL) El umbral del 11 de septiembre en Chile, fecha del aniversario 41 del sangriento golpe de Estado, enfrenta hoy un clima de tirantez entre el verdadero rostro de la derecha y el terrorismo.
La conmemoración mañana de la asonada golpista encabezada por Augusto Pinochet que sacó del poder a Salvador Allende, será apenas la punta del iceberg en un contexto bastante sensible y complicado en Chile.
En el Palacio de La Moneda y presumiblemente con la participación de exmandatarios como Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, recordará el hecho y a la figura de Allende.
Empero, la céntrica sede del Gobierno es foco desde hoy de medidas extremas de seguridad, en adición a las habituales, en razón del atentado terrorista que dejó 14 heridos el lunes en un centro de comida rápida de esta capital.
El presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Jaime Quintana, declaró que tras el atentado explosivo del lunes cerca de una estación del Metro, «se debe estudiar la eventual reactivación de exagentes de la dictadura».
Quintana subrayó que deben manejarse todas las hipótesis para hallar a los responsables del ataque que hizo estallar un bote de basura con algo más de un kilogramo de pólvora negra.
El líder del PPD consideró que «así como algunos han apuntado a sectores anarquistas (…) nosotros también creemos que es importante analizar lo que podría ocurrir con células de exagentes ligados a la dictadura».
Partidos de la derecha como la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), no esconden sus simpatías por Pinochet aunque pueda parecer increíble.
El senador de la UDI Iván Moreira definió lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973 como movimiento militar y se quejó de que las nuevas generaciones de la derecha se dejen «arrinconar» por sectores del Partido Comunista respecto al hecho.
Organizaciones de militares y carabineros manifestaron abiertamente este miércoles su respaldo a los uniformados que cumplen sentencias por graves violaciones de los Derechos Humanos bajo la dictadura de Pinochet (1973-1990).
El Cuerpo de Generales de Carabineros, el Cuerpo de Generales y Almirantes y la Unión de Oficiales en retiro de la Defensa Nacional insertaron un artículo en el vespertino La Tercera, en el cual defendieron «la obra» de la Junta Militar.
Para mayor desfachatez, aseguraron que «la tarea de reconstrucción efectuada por toda la Nación, las Fuerzas Armadas y de orden público a partir del 11 de septiembre de 1973, sigue siendo reconocida por los chilenos amantes del orden y seguridad».