Más de siete mil personas de cinco edificios delegacionales, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, de la Arena Ciudad de México, el Hospital La Raza y la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) campus Cuitláhuac participaron en el ejercicio del Macrosimulacro de sismo que se realizó en Azcapotzalco, para conmemorar los 29 años del temblor de 1985 que dejó más de 10 mil de víctimas y cientos de edificios colapsados en el Distrito Federal.
Por la mañana, se realizó una ceremonia cívica para recordar el sismo del 85, encabezada por el Jefe Delegacional Sergio Palacios Trejo, acompañado de su gabinete y personal de estructura, quienes guardaron un minuto de silencio en recuerdo de las miles de víctimas.
“La mejor manera de conmemorar a quienes perdieron la vida en esta tragedia es al fomentar una cultura de protección civil, porque hace 29 años no existía, hoy esta cultura debe ser desde nuestra casa, y desde el gobierno debe ser una política pública, por eso vamos a seguir con esa línea de trabajo para preparar a la gente ante las emergencias”, señaló el titular de Azcapotzalco.
El Macrosimulacro se realizó con la hipótesis de un sismo de 7.6 grados con epicentro a 34 kilómetros al noreste de Petatlán, Guerrero, con percepción de 60 segundos, lo que permitió evacuar con anterioridad al temblor.
En la sede delegacional, un total de 250 empleados y 10 visitantes que acudieron a realizar trámites en el Centro de Servicios y Atención Ciudadana (CESAC) evacuaron el edificio en un tiempo de 1 minuto 55 segundos, apoyados por ocho brigadistas de Protección Civil, quienes los guiaron a los puntos de reunión designados.
David Vargas, trabajador delegacional recuerda que hace 29 años se dirigía hacia una escuela donde laboraba en la Avenida Chapultepec y al bajar del camión vio la zona devastada y la gente se vio obligada a organizarse, sin embargo asegura que hoy ya se cuenta con elementos preparados para auxiliar y mayor conciencia vecinal. “Estos simulacros son una medida muy adecuada, sobre todo tratándose de un país con tantos problemas sísmicos, no solo es bueno sino vital e indispensable”, comentó.
Luis Ángel Monroy, empleado del área de Planeación y Modernización Administrativa recordó que en 1985 vivió con impacto la tragedia del temblor, cuando acudió al domicilio de sus padres cerca de Chapultepec a verificar que se encontraran bien, pues fue una de las zonas más afectadas. “Estaba dramático, la gente tuvo que actuar por sí misma, salieron por sus propios medios, la población buscaba cómo ayudar en el rescate, con alimentos y con agua”, recordó.
Personal de Emergencias Mayores de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal supervisó el ejercicio en la sede delegacional y recomendó reforzar la comunicación de los brigadistas hacia sus compañeros, pues ante una emergencia se convierten en líderes para garantizar la seguridad de todos.