Naciones Unidas, 24 sep (PL) El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló hoy que las guerras, la muerte de civiles, los desplazamientos humanos, las enfermedades y el auge del extremismo convierten a 2014 en un año terrible.
Al presentar aquí el informe anual de la organización, llamado Memoria, el diplomático precisó que ante tan oscuro panorama deben imponerse la unidad y la esperanza.
Este año se ha ensombrecido por actos atroces, la muerte de inocentes, una cifra sin precedentes de desplazados, refugiados y solicitantes de asilo desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y la existencia de gran cantidad de personas necesitadas de asistencia humanitaria, dijo.
Según Ban, la diplomacia está a la defensiva ante el empuje de la violencia de quienes especulan con la guerra perpetua y hacen del desarme un sueño distante, y de las enfermedades y las crisis.
En particular, mencionó la tragedia de la Franja de Gaza (agredida por Israel por tercera vez en los últimos años), la polarización entre palestinos e israelíes que aleja la solución de los dos estados, la inestabilidad en Ucrania, la lucha por el poder político en Sudán del Sur con su saldo de muertos y hambrientos, y la fractura en la República Centroafricana.
También en Mali, Somalia, la región del Sahel y Nigeria la situación es compleja, y en el último caso sufrimos los ataques asesinos de Boko Haram y su impacto en las mujeres y las niñas, lamentó.
Respecto a Iraq y Siria, denunció que la barbarie aumenta a diario con el accionar de grupos fundamentalistas, como el Estado Islámico.
La paz y la seguridad internacionales están amenazadas y debemos responder con firmeza, y se impone un análisis franco para conocer el origen de tanto extremismo, expuso en el discurso que antecedió la instalación del debate de alto nivel de la Asamblea General y representó la inauguración oficial del renovado salón de ese órgano.
Ban alertó que además de las guerras y los conflictos, el planeta padece fenómenos cotidianos que afectan el desarrollo humano, entre ellos la violencia en las calles, los abusos contra las mujeres, la migración y los obstáculos a la misma, y las divisiones en las sociedades.
Particularmente preocupante son la pobreza, el hambre, la mortalidad materna e infantil y el cambio climático, agregó.
Para el Secretario General de la ONU, el sistema multilateral está a prueba, y los gobiernos deben priorizar los derechos humanos y el acercamiento a los pueblos.