*Alianzas Malignas
*Los “Busca-Bullas”
*Ángel sin Columna
Juan Rebolledo Gout tenía funciones como subsecretario de Relaciones Exteriores cuando ocurrieron los magnicidios de 1994, específicamente el de José Francisco Ruiz Massieu, padre de Claudia –debería apellidarse Ruiz Salinas porque los patronímicos del progenitor no derivan de uno compuesto-, quien subastó por la secretaría de Turismo la sangre derramada por quien le dio la vida –a menos que Adriana, la hermana de carlos salinas, diga otra cosa-. Con este apunto tan brutal culmina la historia de cuanto sucedió en esa época, el año de la barbarie, en la más absoluta y silenciosa impunidad. La apuesta es clara: a favor de la amnesia colectiva y la aplicación de la “medicina del tiempo”, como solía expresar el neoleonés Alfonso Martínez Domínguez.
Rebolledo, tras el crimen referido, intervino directamente para evitar que los informes específicos del entonces cónsul general mexicano en San Antonio, Humberto Hernández Haddad, sobre la presencia del diputado Manuel Muñoz Rocha en la ciudad mencionada, fueran sencillamente ignorados y peor aún: solicitó un desmentido al respecto al propio cónsul general porque, según su criterio, no tenía informes precisos sobre ello ni debían lanzarse versiones –que, en todo caso, sólo se manejaron de manera interna-, sobre el grave acontecimiento. Bien se sabe que, desde 2009, prescribió la acción penal contra el presunto autor intelectual del crimen, Muñoz Rocha, pero éste no da señales de su existencia y ya ha sido declarado oficialmente muerto para que su “viuda”, Marcia Cano, pudiera hacerse de la jugosa herencia del ex legislador tamaulipeco.
Los hilos conductores, además de la cercanía del profesor Carlos Hank González en esos días secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, comisión que presidía en la Cámara baja el propio Muñoz y por ende mantenía una frecuente interrelación con el poderoso personaje mexiquense muerto en 2001, nos llevan a Tamaulipas de donde también es originario Rafael Aguilar Treviño, el asesino a quien se le trabó la pistola luego de disparar un solo tiro directo al cuello de la víctima que se desangró camino al hospital, y a Enrique Cárdenas González, ex gobernador de la misma entidad con fama de haber sido, siempre, un cobrador de facturas del más alto nivel.
Considerando lo anterior, uno de los posibles móviles, supuestamente investigado por una rastrera Procuraduría General encabezada por Ignacio Morales Lechuga y después por Antonio Lozano Gracia –éste a partir de diciembre de 1994 cuando se dio la transmisión del poder Ejecutivo federal-, fue el de que Ruiz Massieu era un estorbo porque había desairado a los grupos no afines al del guerrerense, incluyendo a Cárdenas González, célebre por la “revolución verde” que terminó dando cauce a la marihuana y no a las plantaciones lícitas. La versión es poco0 sustentable considerando que Ruiz Massieu acababa de terminar una reunión con los ciento ochenta diputados del PRI, ya en funciones para entonces luego de los comicios federales de ese mismo año, y se había mostrado conciliador y paciente, aunque fuera una simulación de su verdadero perfil intolerante.
El hecho es que el tal Rebolledo Gout y su jefe inmediato, José Ángel Gurría Treviño –a quien llamé, en su momento, “el ángel de la dependencia” por cuanto vendió de nuestra depauperada soberanía nacional a cambio de cargos con vistas a la Casa Blanca; actualmente es secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-, no sólo boicotearon las averiguaciones sobre el crimen, a sabiendas de que el prófugo Muñoz se encontraba en Borwnsville, primero, y en San Antonio, después –donde fue visto y reconocido por cinco agentes norteamericanos a quienes se ordenó la captura de su acompañante, el abogado Enrique Fuentes León pero no la de Muñoz Rocha por ausencia de promoción de las autoridades mexicanas-, sino además amenazaron, intentaron amedrentar y, finalmente, despidieron al cónsul Hernández Haddad quien se mantuvo firme y no negó lo que había sostenido antes: Muñoz estaba en Texas. Las cosas se salieron de cauce, de tal manera, que el funcionario diplomático en San Antonio fue maltratado por quien fue puesto en su lugar, cómplice de los más altos funcionaros funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro García Moreno, quien se negó, incluso, a entregarle sus pasaportes a su predecesor, tanto el diplomático como el ordinario, arguyendo que eran “órdenes de Washington”.
Fue entonces cuando intervino quien era titular de la embajada mexicana, Jesús Silva Herzoh, quien de inmediato destrabó el asunto de los pasaportes si bien luego también sería ofendido por Rebolledo Gout, precisamente por lo referido a la respuesta del primero al cónsul de San Antonio. Una minucia que, por cierto, terminó de manera un cuanto chusca: al recoger, al fin, sus documentos, Hernández Haddad, luego de soportar los desplantes de García Moreno y salir con sus pasaportes de la que fue su oficina, se encontró con que la llanta de su automóvil había sido desinflada, a propósito, según atestiguaron los ejecutivos y trabajadores vecinos al estacionamiento del Consulado: la persona que efectuó el “trabajito” entró a la oficina consular mientras Hernández Haddad aún permanecía en ella. Una persecución ridícula.
Pues bien, los trabajos sucios y los silencios, en México, tiene muy alta compensación. Fíjense bien en las complicidades:
1.- joseph-marie córdova montoya, el asesor de cabecera de salinas, fue enviado al Banco Interamericano de Desarrollo, como representante de México, dos días después del crimen y ahora se moviliza entre Veracruz –donde tiene negocios relativos a la metalurgia- y la ciudad de México en donde, hasta este momento, es asesor directo del siniestro Luis Téllez Kuenzler, presidente de la Bolsa Mexicana y de Valores a donde recayó después de ser despedido por felipe calderón como titular de Comunicaciones y Transportes. Pero no se dice que quien será ahora miembro del consejo de administración de PEMEX, en su fase de desmantelamiento, que fue empleado de la transnacional Carlyle Group y es “consejero” del nefasto “Grupo México”, de German Larrea –cambien la ele por “di”-, uno de las asociaciones más criminales del país.
2.- José Ángel Gurría Treviño, otro actor de la parodia del ocultamiento de Muñoz Rocha, siguió su camino por la senda del triunfo. Nacional Financiera, desde que contaba con cuarenta y tres años de edad, le otorgó una pensión millonaria que el sujeto tomó con displicencia, casi como haciéndonos un favor, a pesar del escándalo desatado. Y, además, está protegido por su organización internacional, con el visto buen de la Casa Blanca.
3.- Finalmente, Juan Rebolledo Gout, se distinguió como “coordinador de asesores” de joseph-marie córdova, de 1988 a 1994, esto es en plena cúspide salinista cuando su jefe era intocable. Cuando córdova se fue al BID, protegido por el presidente mexicano para evitar que fuese involucrado en los magnicidios de 1994, Rebolledo fue designado, nada menos, ¡secretario particular del mandatario mencionado! Luego, zedillo lo repuso como subsecretario para “asuntos bilaterales” –con los Estados Unidos, claro- de Relaciones Exteriores. Esto es como si no existiera embajada alguna. Ahora, entre otras múltiples asesoría, es uno de los integrantes del Consejo del ¡Grupo México!, al igual que Téllez Kuenzler, recién llamado por el residente peña nieto para asegurar el destino de nuestro petróleo, esto es, para que las empresas contratantes tengan todas las facilidades.
Es claro, amables lectores, cómo se manejan los hilos del poder en este país nuestro, tan saqueado y tan miserablemente engañado, como si hubiera recibido la furia de una mujer despechada o de un machito de vecindad cuyas intolerancias son patológica. Por desgracia, hace tiempo cruzamos la línea de la moral política –no hay partido que se salve-, entre pederastas, en el PRI, parranderos despilfarradores en el PAN, comisionistas en el PRD, defraudadores fiscales en MORENA –pregúntenle a López Obrador- y asesinos y represores en el Partido del Trabajo; y en el Verde, para no ser menos, se habla del animalismo mientras sus fundadores, los González Torres, presumen de cazadores y hasta fotografías se han tomado al estilo del abdicado Borbón de los españoles súbditos. Pura inmundicia.
¿Para cuándo, señor peña, con los nuevos elementos aportados al caso Ruiz Massieu, se abren de nuevo las indagatorias?¿O vamos a esperar a que todos los protagonistas rebasen los ochenta años y se queden, tan orondos, en sus casas? ¡Basta ya de simulaciones!
Debate
Uno de los episodios más chispeantes de los últimos días lo protagonizó, otra vez, el célebre patón vicente fox –cuyos dedos son un tormento para él según me confió su predecesor matrimonial, Manuel Bribiesca Godoy-, quien, ufano, no sólo se declaró “peñista”, luego de referirse a su “idolatrada” marta varias veces, cual si se tratase de una obligación para tranquilizar a la fiera con dosis de candilejas, sino además censuró a calderón, su antecesor inmediato y aseguró estar libre del pecado de militancia: “soy mexicano”, dijo, en un tono entre irlandés y vasco.
El señor fox, quien se propone vender marihuana y gasolina en su ranchito de San Cristóbal, apoya la reforma energética y le pone diez de calificación. Claro, sus intereses en el renglón son muy grandes, sobre todo porque su tarea principal ahora es el tráfico de influencias, especialidad de la familia desde el año 2000 cuando se ofreció un cambio al que luego se traicionó a la primera puesta en escena del deplorable gobierno de derecha que encabezó. Sin miramientos, el personaje -¡cómo pudimos soportar seis años viéndole portar la banda tricolor a la que sólo veía como un adorno!-, reveló que los ingresos de su Fundación son del orden de los trescientos millones de pesos con un gasto de un millón y medio al mes; pese a ello, insistió que, “marta y yo –el cogobierno prosigue en menor escala-, a veces debemos arañar por todos lados para sacar la nómina”. Un farsante en toda la línea. Si se miente cuando asegura que ni él, ni martita, ni los vástagos de ella y él, son millonarios –casi dijo que se trataba de una leyenda urbana-, ¿qué puede esperarse de sus tratos con los marihunaeros –seguramente ya debe haber tratado con los cárteles y los capos-, y de sus negociaciones con los futuros saqueadores de nuestro crudo?
Le sobra labia, le falta verdad. Y eso, los mexicanos de verdad, lo sabemos de sobra. Mientras, que visite en la cárcel a su segunda amada, elba esther, siquiera para que no se le califique de mal amigo. ¡Vaya país nuestro!
La Anécota
Cuando el cónsul Humberto Hernández Haddad se negó a desmentir su propia versión sobre la cómoda estancia del presunto asesino Manuel Muñoz Rocha, recibió, directamente, en su casa y a las diez de la noche, un telefonema del entonces secretario de Relaciones Exteriores –y después, como premio, lo fue de Hacienda-, José Ángel Gurría, hoy reconocido en los foros internacionales:
–Acuérdate, Humberto, que te puedes morir igual allá que en México…
–Puede usted contar con mi renuncia –respondió el amenazado-.
Por cierto, aunque poco se divulgó, Hernández Haddad ganó un juicio en contra de Gurría por haber sido defenestrado ilegalmente. Pero nadie se ocupa de esclarecer el magnicidio de Ruiz Massieu… ni su hija Claudita. ¡Pobres de nuestros muertos! Cuántas vergüenzas deben pasar sus espíritus.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: www.loretdemola.rafael@yahoo.com
LA IMPUNIDAD ES MANIFIESTA, GROSERA Y, POR DESGRACIA, NO ES EXCLUSIVA DEL GOBIERNO. LA HAY IGUALMENTE PARA LOS EMPRESARIOS CRIMINALES, COMO GERMÁN LARREA, Y CONTRA OPOSITORES INTRANSIGENTES EN APARIENCIA, COMO LÓPEZ OBRADOR, QUIEN DURANTE AÑOS NO CONTÓ CON REGISTRO FEDERAL DE CAUSANTES, NI SIQUIERA CUANDO FUNGIÓ COMO JEFE DEL GOBIERNO DEL DISRITO FEDERAL. UNA VERGÜENZA. PERO EN ESTO SE HA CONVERTIDO LA CLASE POLÍTICA MEXICANA, DESHONRANDO A LA DEMOCRACIA.