Rousseff y Neves cruzaron acusaciones en debate televisivo brasileño

Rio de Janeiro, 24 oct (PL) Los candidatos presidenciales Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y Aécio Neves, de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cruzaron hoy acusaciones en el último debate televisivo.
Ambos contendientes discutieron también sobre educación, seguridad pública, inflación, desempleo, reforma política y corrupción, así como respondieron preguntas de electores indecisos de cara a los comicios del domingo próximo.
Rousseff, la actual mandataria quien busca su reelección en esta segunda ronda, manifestó su entera indignación por la publicación por la revista Veja de noticias falsas con clara y malévola intención de interferir de forma deshonesta y desleal en las elecciones.
Reprochó a su adversario por peguntar sobre este tema, cuando conoce que no hay argumentos concretos para acusarla a ella y al expresidente Luiz Inácio Lula de Silva de que sabían sobre la existencia de un esquema de corrupción en Petrobras.
La jefa de Estado alertó sobre las intenciones de la derecha de pretender dar un golpe electoral, cuando restan menos de 48 horas para la apertura de los colegios electorales en todo el país.
Veja, un semanario de corte de derecha, utiliza siempre esta estrategia, pues hizo esto mismo en 2002, 2006, 2010 y ahora, subrayó la gobernante, quien prometió el lunes próximo acusar a la revista ante la justicia.
A diferencia de los gobiernos anteriores del PSDB, que engavetaron y escondían a sus corruptos, yo no tengo piedad con los responsables de estos delitos, y así se hizo en los últimos cuatro años de mi administración, subrayó.
Respaldó en este sentido la necesidad de impulsar una reforma política en el país para poner fin al financiamiento empresarial de las campañas, lo cual -dijo- ayudará enfrentar la corrupción.
La mandataria defendió también la paridad entre hombre y mujeres, así como los programas sociales implementados en los últimos 12 años que permitieron sacar de la pobreza extrema a 36 millones de brasileños.
Auguró que ser reelegida continuará por este camino, con miras a garantizar el desarrollo económico del país con inclusión social.
Su contendiente se comprometió a seguir con los programas sociales de este gobierno, así como se opuso a realizar modificaciones al actual sistema electoral.
Al final de esta discusión, Rousseff demandó el voto por su proyecto de  construir un futuro mejor para Brasil, en el cual todos crezcan y mejoren sus condiciones de vida, mientras su contrincante se mostró confiado en ganar el domingo y prometió por cambio radical para acelerar el desarrollo económico.
Encuestas difundidas en días pasados revelan que la presidenta brasileña acapara la preferencia del electorado con un 54 por ciento de los votos y una ventaja de ocho puntos porcentuales sobre su adversario de la Social Democracia.

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